Expediente informativo al festival Brava Madrid por cobrar a los asistentes por usar el servicio gratuito de la EMT para regresar del evento

Madrid

Brava bus es como el festival publicitaba en su web un servicio de autobús lanzadera para viajar desde el recinto de conciertos en Ifema hasta Plaza de Castilla. El viernes 22 de septiembre de 00:30 a 03:00 y el sábado 23 de 01:00 a 04:00. Para hacer uso de este servicio había que pagar un mínimo de 8 euros y en el momento de acreditarse para entrar el festival, se entregaba una pulsera, diferente a la del propio evento, que daba accesos a los autobuses los dos días de conciertos.

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Quienes pagaron por este servicio se llevaron una sorpresa al terminar la primera noche de conciertos y comprobar que no se trataba de autobuses de una empresa privada sino autobuses del servicio especial gratuito que la Empresa Municipal del Transportes (EMT) había puesto en marcha con motivo de festival, incluido en el plan de movilidad del Ayuntamiento.

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Algunos comentarios en redes sociales sobre la falta de control en el acceso a los autobuses durante la primera noche provocó que los organizadores reforzaran la seguridad y la comprobación de pulseras, impidiendo así en la segunda noche que quien no la tuviera, subiese al autobús

Es lo que le pasó a Dani. Fue al festival con un amigo. Él no tenía pulsera, su amigo si. "Hicimos juntos la cola, al llegar a la puerta del autobús me dijeron que no podía subir y que tenía que haber comprando la pulsera previamente en la web". Nos cuenta que tuvo que coger un taxi para volver a casa porque el metro estaba ya cerrado. Más suerte tuvo Roberto. A él un guardia de seguridad tampoco le dejaba subir al autobús por no tener la pulsera sin embargo "le enseñé un enlace de la web de la EMT donde se especificaba que se trataba de un servicio gratuito y finalmente me dejo pasar". Explica que aun así el guardia de seguridad siguió impidiendo el accesos a otras muchas personas que no tenían la pulsera.

Este lunes los organizadores del festival han emitido un comunicado en sus redes sociales en el que aseguran que existe un contrato firmado entre la promotora y la EMT para la prestación de un servicio especial de transporte regular y que en dicho contrato se consta ta que la promotora abona una cantidad económica a la empresa municipal por la prestación del servicio “por lo que no es un servicio gratuito” tal y como ha publicado la EMT en sus medios oficiales y que se decide poner a la venta un ticket de bus lanzadera “con el fin de ofrecer un servicio adaptado a la demanda”

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Expediente y denuncia

Ante esta situación, fuentes del Área de Movilidad del Ayuntamiento aseguraron en uno primer momento que los autobuses del servicio especial de la EMT eran gratuitos y que no se podía cobrar por su uso. Señalaban también que se iba a abrir un expediente informativo "para aclarar los hechos y una vez esté claro lo sucedido, se tomarán las medidas que correspondan".

En una segunda versión esas mismas fuentes aclaran que “el Ayuntamiento ha analizado el plan de movilidad y se ha constatado que la organizadora del evento contrató el servicio del autobús de la EMT y puede repercutir el coste al usuario”. En todo caso, añaden, “el precio cobrado es abusivo y se está analizando, a través de un expediente informativo, las consecuencias que ha tenido este cobro para adoptar las medidas necesarias en caso de incumplimiento del plan de movilidad”.

El delegado del área de Movilidad, Borja Carabante, asegura que es la primera vez que el Ayuntamiento de Madrid tiene constancia de un hecho así e informa de que, desde ahora, con carácter generalizado ante cualquier evento que incluya en su plan de movilidad servicios de autobús de la EMT autorizados por el CRTM, serán gratuitos para los usuarios. Es lo que mañana van a trasladar a los organizadores en una reunión convocada por el área y con responsables de la EMT.

Ésta no es la única queja que ha surgido en torno a la organización del festival. Hace unos días FACUA-Consumidores en Acción presentó una denuncia ante la Comunidad de Madrid contra la promotora del evento, Madrid Salvaje AIE, por solicitar a los asistentes datos de carácter protegido sobre su salud, además de imponer la pulsera cashless como único método de pago durante el evento e impedir el acceso con comidas y bebidas del exterior al recinto.