¿Cómo nació el mundo según los aztecas?

Comunidad de Madrid

Los aztecas son un pueblo que poseía una mitología tan amplia como la cantidad de edades que atribuye al mundo. También denominado nahua, este pueblo rendía un culto politeísta, especialmente centraba en el sol al considerarse elegido por él y, además, disponían de un concepto de creación que se remontaba hasta antes de su llegada al Valle de México.

Ese sentimiento de elección exclusiva por parte de las deidades fue reforzado por la reforma social y religiosa a mitad del siglo XV, aunque, desde antes, los aztecas disponían de un panteón compuesto por numerosos y variopintos dioses, estrechamente asociados a acontecimientos importantes para su cultura y el bienestar general de la comunidad. Entre ellos destacan los dioses del maíz y la lluvia, el fuego y el hogar, así como los dioses representantes de los principales cuerpos celestes, los accidentes geográficos y los fenómenos meteorológicos extremos. Sin embargo, es importante situar por encima de todos ellos a los “Ipalnemowani”, un conjunto de deidades creadoras.

En lo referente a este último grupo, en un principio, sólo fue Ometéotl, representando una dualidad creadora que, a su vez, engendraría en sí mismo al elemento masculino y al femenino; a partir de ellos, surgían cuatro elementos rectores principales: Tezcatlipoca (señor del espejo negro) y Quetzalcóatl (serpiente emplumada), a quienes se atribuye un importante papel en la creación del mundo; a Tláloc (señor del agua) y Ehécatl (señor del viento), proveedores de la lluvia y de la vida.

Por otro lado, si uno se detiene a pensar en el origen del mundo según el pueblo azteca, este consideraba que hubo otros mundos anteriores al actual, coincidiendo con los nativos norteamericanos. Pensaban que hubo cuatro edades, a las que llamaban “soles”, cada uno regido por un dios específico y con una raza única, posteriormente devastada por un fenómeno natural diferente. Aunque, tras todos esos sucesos, se estableció que Quetzalcóatl y Tezcatlipoca serían reconocidos por la recreación de la tierra y el cielo, algo que no pasaría sin que se produjeran varias peleas previas.

Según una de las versiones de este mito, Quetzalcóatl y Tezcatlipoca descendieron del cielo para observar al monstruo de la tierra y, al hacerlo, vieron que su deseo por la carne fresca era demasiado grande, por lo que los dioses coincidieron en que la creación no podía completarse mientras el monstruo estuviera de por medio. Y este episodio saca a escena esa famosa apariencia de serpiente de estos dioses, ya que se transformaron en esos animales para atacar a la criatura, desmembrándola y acabando con su vida, un hecho al que siguió la creación de los paisajes que tanto caracterizan la tierra de los mexicas.

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