'Diles tú a los de Carabanchel que esto es el Soho'
Los artistas asentados en el Polígono ISO del barrio de San Isidro (Carabanchel) organizan con escolares el proyecto Pájaros de Calle con el fin de dinamizar la zona y que los pocos edificios industriales que quedan no sean derribados para construir viviendas
Los pájaros de calle se quieren quedar en Carabanchel
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Madrid
Se llamó Polígono Iso porque en alguno de los talleres de la zona, estaba la fábrica del Isocarro, el famoso 'Cochecito' que el director de cine Marco Ferreri hizo famoso en 1960 en España. Fue el primer polígono industrial de Madrid. 'Había talleres de artes gráficas, tornerías, empresas textiles, incluso una lavadero de lana al cual acudían presurosas ovejas merinas' es lo que cuenta Antonio Tapia. El llegó al polígono en 1982, desde una aldea de Burgos. Su hermano era cocinero en un restaurante cercano. Usos y costumbres fueron cambiando con los años. Muchos talleres cerraron y los edificios industriales de altos techos quedaron vacíos. Nuevos vecinos fueron llegando con el cambio de siglo. Eran creadores que buscaban naves industriales en las cuales desarrollar sus ideas, sin mermar demasiado sus delgadas economías. Fueron llegando poco a poco y se fueron asentando, no sin algún recelo local por parte de vecinos que creían que su aterrizaje constituiría un alza de precios paulatina. 'Yo recuerdo La Nave Pichincha, era un teatro en el que había diez mesas y por cinco euros te veías una obra, había pintores, como Laura Lío, las salas de ensayo como el Observatorio, Matilda, o Gruta. Hasta la crisis de 2009, en que se paralizó un poco, todos los meses caía un taller del polígono industrial para convertirse en viviendas, lo que cambió la idiosincrasia. Hoy sólo quedan 20 naves ' cuenta Carlos Jiménez, uno de los fundadores de Ecosistema ISO.
Desde 2016, el polígono y los aledaños no son industriales pese a que la zona sigue catalogada como tal. Murales en las medianas, nombres artísticos en las naves, colores vistosos en puertas y ventanas dicen al peatón que algo ha pasado allí, y ello tiene reflejo en los medios de comunicación. Desde entonces las miradas se vuelven hacia esa zona de la ciudad dándole un cariz que quizás no tenga, y la denominan 'El Soho'. Este apodo, que hace referencia a Nueva York, y traslada a esos 'lofts' inmensos a los que se accede en montacargas y se abren por encima de las luces de la ciudad. 'Lo que intentamos es proponer al Ayuntamiento de Madrid un plan especial para proteger el contenedor industrial porque obviamente es el que permite unos usos especiales donde los artistas pueden trabajar. Pero de ahí a llamar esto el Soho de Madrid hay mucho trecho.' Dice Marko Zednik, otro miembro de Ecosistema ISO, 'a mi me parece una estrategia fallida de promoción inmobiliaria. Esto no es mejorar la vida de los vecinos porque esto no es el Soho, esto sigue siendo Carabanchel con sus problemas estructurales', añade.
Los artistas temen el efecto gentrificador que pueda surgir a raíz de estos movimientos inmobiliarios :'nosotros no vamos a poder parar ese movimiento, ni aquí, ni en ninguna ciudad, cuando detrás hay una inercia de especulación. Somos igual de víctimas que cualquiera de los vecinos de la zona' explica Pilar Balsalobre, de Photoalquimia cuyos murales a base de latas de refrescos decoran el barrio.
Para no ser vistos como una élite que no se integra dentro del barrio, estos creadores han puesto en pie un proyecto piloto denominado 'Pajaros de calle' porque los nombres de las vías hacen alusión a estas aves : Calle de la Alondra, calle del Anade, Calle de la Tórtola. Los prejóvenes del CEIP Lope de Vega han podido asistir a varios talleres educativos y artísticos. Se trata de un proyecto transversal de sostenibilidad en el que se profundiza en el mundo de las aves con ayuda de las artes y se promueve permanencia de los creadores en las naves industriales del barrio.
Myriam Soto
Redactora de Radio Madrid