Antiviolencia propone una sanción económica para los ultras del CD Leganés por la reyerta del Numancia-Cornellá
En la pelea masiva sucedida en mayo participaron ultras del CD Leganés, del CD Numancia, del Real Zaragoza y del Cornellá
El estadio Los Pajaritos de Soria / Google Street View
Leganés
La Comisión Permanente de la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte ha propuesto una sanción de 4.000 euros a cada uno de los 18 aficionados identificados, miembros de grupos radicales y violentos del Numancia, Zaragoza y Leganés, por la reyerta registrada en las inmediaciones del estadio de Los Pajaritos en los prolegómenos del partido Numancia-Cornellá, disputado a finales de mayo.
Además la citada comisión ha propuesto la prohibición de acceso a los recintos deportivos por un período de 12 meses a cada uno de estos aficionados involucrados en esta reyerta. Como consecuencia de estos hechos, un aficionado del Cornellá resultó herido de gravedad por los golpes y patadas recibidas, y tuvo que ser trasladado al hospital de Burgos.
La Policía Nacional detuvo en noviembre a veinte aficionados ultras en varias provincias como supuestos responsables de delitos de desórdenes públicos, lesiones, daños, odio y pertenencia a grupo criminal, vinculados con los ataques lanzados contra otros aficionados antes del partido Numancia-Cornellá. Tras meses de investigación, esta operación policial culminó con la detención de nueve personas en Leganés (Madrid), siete en Soria, tres en Zaragoza y una más en Logroño, todos ellos “pertenecientes a grupos radicales violentos” seguidores de varios equipos de fútbol, según explicó la Policía en un comunicado.
En concreto, los principales grupos involucrados fueron “Orgullo Numantino” -Soria-, “Ligallo Fondo Norte” -Zaragoza- y “Guetto 28” -Leganés-, enfrentados al grupo “Coornehools” -Cornellá-. Como consecuencia de esos ataques, un aficionado procedente de San Sebastián, de 44 años, sufrió heridas graves que le llevaron a ingresar en la UCI del Hospital de Burgos, del que salió el pasado verano con secuelas de las que aún se recupera.
