El equipo de Ayuso rechaza una reunión con el delegado del Gobierno por los “insultos” a la presidenta madrileña

Madrid

El portazo del Gobierno regional llega tras una carta previa del delegado del Gobierno, Fran Martín, en la que solicitaba un encuentro con la presidenta Isabel Díaz Ayuso. El objetivo de ese encuentro, según el dirigente socialista, era recuperar el diálogo entre ambas administraciones, que a día de hoy sigue reducido a su mínima expresión y jalonado permanentemente por los reproches.

La respuesta a la petición llegó a la sede de la Delegación en forma de negativa el pasado 3 de enero y la firma el todopoderoso jefe de Gabinete de la presidenta madrileña, Miguel Ángel Rodríguez. La mano derecha de Ayuso se confiesa sorprendido por la voluntad de “recuperar una relación institucional cordial” en un contexto que dibuja lleno de nubarrones: “En un momento –escribe- en que el gobierno de la nación está abandonando por las calles de distintos municipios de la Comunidad a cientos de inmigrantes llegados de forma ilegal a España, incluyendo a menores; cuando hay serios problemas con los trenes de Cercanías que afectan a millones de personas; crece la inseguridad en las calles y los ministerios deciden quitarle a la Comunidad agua, energía y autonomía fiscal.”

“Es chocante que, si realmente consideran que la situación es tan apocalíptica como describen en su carta, la presidenta de la Comunidad de Madrid no tenga ningún interés en reunirse con el representante del Gobierno de España en la Comunidad de Madrid”, responde el propio Martín en unas declaraciones remitidas a los medios de comunicación.

Pero la lista de supuestas afrentas a la Comunidad de Madrid que dibujan en la Puerta del Sol no es el único impedimento para ese cara a cara. Rodríguez también esgrime los agravios personales: “Nos choca, igualmente, la actitud permanente de distintos ministros, incluso del presidente del Gobierno, que diariamente descalifican, cuando no insultan, a la presidenta en todo foro”, explica en su misiva, que ha adelantado el diario ABC.

Ese reproche llega solo dos meses después de que las cámaras del Congreso de los Diputados pillaran a Ayuso llamando “hijo de puta” a Pedro Sánchez durante el debate de investidura, al que la presidenta madrileña acudió como invitada. Lejos de retirarlo, disculparse o minimizarlo; el equipo de Ayuso, capitaneado por el propio Miguel Ángel Rodríguez, trató de convertirlo en un eslogan político bajo el eufemismo “me gusta la fruta”. De hecho, en un gesto inédito en la democracia española, Ayuso reivindicó ese insulto en la Asamblea de Madrid unas horas después de pronunciarlo y espetó a la oposición “sí, me gusta la fruta”.

El “hijo de puta” que pronunció Ayuso no es un hecho aislado, es el culmen de una escalada en la crítica al Gobierno central, que rebasó la frontera del insulto un año antes. “Es un tirano que pone en peligro el Estado de Derecho”, llegó a decir la dirigente regional en noviembre de 2022, en un discurso preparado y que no se puede justificar como una “reacción espontánea”, como ha calificado en privado el entorno de la presidenta su exabrupto en la Cámara Baja.

“La relación institucional cordial pasa por abandonar los desplantes a la presidenta y a los consejeros y que ustedes se comprometan a asumir las responsabilidades de sus competencias”, le dice el jefe de Gabinete de Ayuso al delegado, justo después de negarle esa entrevista y redirigirle al consejero de Presidencia, Miguel Ángel García. “Es una lástima que la presidenta Ayuso consiga que Madrid vuelva a ser una excepción, mientras en el resto de las Comunidades Autónomas los presidentes regionales se están reuniendo con total normalidad con los delegados del Gobierno de España”, lamenta Martín.