Las llamadas del teléfono del menor de Madrid crecen un 23%: "Recibimos de 15 a 17 llamadas diarias de extrema gravedad"
Las líneas de ayuda de la Fundación ANAR atienden las 24 horas del día llamadas de emergencia de niños y adolescentes con problemas de ansiedad, depresión, violencia o acoso
Las llamadas del teléfono del menor de Madrid crecen un 23%: "Recibimos de 15 a 17 llamadas diarias de extrema gravedad"
Madrid
Diana Díaz es la Directora de líneas de ayuda de la Fundación ANAR, Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo, una línea de ayuda que atiende las 24 horas del día llamadas de niños y adolescentes con problemas de depresión, trastornos de alimentación, acoso escolar, ansiedad, miedos, o la imagen personal, potenciado por las redes sociales y sus peligros. La violencia intrafamiliar y entre iguales, con otros adolescentes, es de las consultas más respondidas.
El aumento de las llamadas al teléfono del menor en Madrid (116 111) con respeto al año anterior, comentaba Díaz, ha sido de un 23%. Esto se debe, explica, a que "los menores de edad conocen más esta línea de ayuda, por el boca a boca", pero que ha influido mucho que haya más concienciación por la salud mental y esto ha hecho que crezcan las consultas de este ámbito. Sobre todo se han incrementado las de la conducta suicida, en niños y adolescentes por "ideación o intentos de suicidio", que se trabaja junto a ellos para no ejecutarse.
Diana comenta cómo ese aumento de violencia en las redes sociales y los medios tiende a insensibilizar a quienes la consumen, terminando por recrearla en sus relaciones personales. De ahí la importancia de esta línea para ayudar en estas situaciones, "porque los menores se empapan de modelos de referencia on-line", sin expertos, obtienen ideas e imágenes para ejecutar sus ideas suicidas, otras formas de violencia con otros menores, agresiones sexuales grupales -debido a la pornografía-. Desde la Fundación alertan sobre proporcionar a estos niños dispositivos en una edad demasiado temprana y el poco control y supervisión que se les hace de su uso.
El equipo de ANAR está formado por un grupo de profesionales, la Directora explica que quien llame a la línea de ayuda se va a encontrar con una psicóloga especializada en temas de infancia, con formación teórico-práctica de más de 400 horas, respaldada por un equipo legal y trabajadores sociales.
"Cada caso es individual, cada persona tiene una circunstancia concreta y unos apoyos en su entorno", por lo que se le dedica el tiempo que sea necesario, por parte de un equipo que va a evaluar ese entorno de protección, además de la gravedad y la urgencia de la petición de ayuda.
A veces se trata de más de una llamada, "porque no es nada fácil que un menor se atreva a llamar, a pedir ayuda, y se atreva a contar una situación grave". Díaz destaca la preocupación por que el que solicite la ayuda se sienta cómodo durante la conversación, y para ello "preparan a sus profesionales, para que puedan generar la confianza necesaria y puedan relatar lo que le preocupa en la manera en la que pueda ir contándolo". "El equipo va guiando al menor durante el proceso para que pueda encontrar las mejores alternativas de solución a su problema".
Se derivan los casos que no se puedan resolver por parte del adolescente o su familia y red de apoyo a profesionales y recursos del municipio del solicitante. Se le explica en todo momento con quién debe ir acompañado y qué debe hacer. En caso de grave riesgo -entre 15 y 17 casos al día-, ANAR actúa directamente, cuando no haya nadie que apoye al menor, se activa el "protocolo de colaboración" con los Cuerpos de Seguridad, con los Equipos de Emergencias o Servicios Sociales. Siempre se hace un seguimiento de todos los casos para asegurarse de que el menor ha solucionado su problema, sobre todo en ideaciones suicidas, violencia intrafamiliar o expulsión del hogar.