La Fiscalía acusa de homicidio imprudente menos grave al guardia civil que abatió a un joven con esquizofrenia en Manzanares El Real
Pide una multa de 3.600 euros y una indemnización para la familia del fallecido de casi 183.000 euros
Manzanares El Real
La Fiscalía considera que el guardia civil que abatió a tiros a un joven en Manzanares el Real (Madrid) en 2020 cometió un delito leve de homicidio por imprudencia menos grave por el que pide para él una multa de 3.600 euros y que indemnice a la familia con casi 183.000 euros.
En el escrito, adelantado por eldiario.es, el Ministerio Público argumenta su petición de cara al futuro juicio por los hechos ocurridos el 27 de septiembre de 2020 en la plaza de la citada localidad, donde el agente disparó a D.M.C.S., que tenía 27 años y padecía esquizofrenia, porque amenazaba a varios agentes con cuchillos y no deponía su actitud.
El juez que investigó inicialmente el caso decidió archivar la causa al entender que el agente había actuado con criterios de "proporcionalidad" y de "razonabilidad" y "amparado en la legítima defensa", pero la familia recurrió esa decisión y pidió que se celebrara juicio, lo que fue aceptado por la Audiencia Provincial.
De cara al juicio, la Fiscalía le considera autor de un delito leve de homicidio por imprudencia menos grave por el que solicita para él una multa de diez meses por doce euros al día, y que indemnice a los padres de víctima con 73.090 euros para cada uno, al hermano con 15.662 y la hermana con 20.883.
La Fiscalía relata que sobre las tres y media de la madrugada del 27 de septiembre de 2020 el guardia civil investigado, que pertenece al puesto de Miraflores de la Sierra, acudió a un aviso en Manzanares porque un joven, alterado, exhibía dos navajas.
El hombre padecía esquizofrenia paranoide y no realizaba un control adecuado de su patología, por lo que presentaba "un estado de agitación y nerviosismo" en el que, mostrando una navaja en cada mano, insultó a los agentes y les dijo "os voy a matar”.
Así los agentes solicitaron apoyo policial y la activación del Summa, congregándose doce agentes de varias localidades que le rodearon mientras un mando trataba de calmarle, sin conseguirlo. El joven seguía gritando "voy a morir matando policías" y amenazaba con las navajas.
La Fiscalía añade que tras 30 minutos el joven acabó abalanzándose sobre el acusado, que logró esquivarle, y huyó hacia otra plaza, y en un momento dado "se giró repentinamente con las manos esgrimiendo las navajas en alto" hacia el mando del operativo, "que se hallaba a un metro de distancia de él, logró esquivarle y efectuó con su arma reglamentaria tres disparos disuasorios al aire". Esto no hizo que parara, sino que se dirigió hacia el agente acusado, que estaba a una distancia de 1,60 metros, "enfilándolo". "Ante ello, el acusado, cuya integridad física se hallaba en riesgo, efectuó dos disparos seguidos que alcanzaron las extremidades inferiores de D. M. C. S., el cual cayó desplomado pocos metros después como consecuencia del impacto de las balas", añade.
Precisa, además, que las balas impactaron en los muslos y el joven murió dos días después en el Hospital de La Paz.