"Con 4 años me dieron una paliza porque no me gustaba jugar con muñecas": el 35% de los estudiantes de ESO en Madrid muestra rechazo hacia el colectivo LGTBI

Madrid

En el Día Internacional de la Educación, COGAM, la Asociación que promueve y lucha por defender los derechos de las personas LGTBI, ha publicado un estudio que analiza el odio hacia el colectivo en las aulas. Según este informe, el 25% del alumnado encuestado se reconoce dentro del colectivo LGTBI, bien por orientación sexual, por identidad de género, o porque no define su género. Las conclusiones son claras: un 35% de los alumnos de la ESO admite mostrar prejuicios hacia sus compañeros LGTBI.

Es lo que le pasó a Lucas, que lleva desde la educación infantil recibiendo bullying por su identidad de género: "Desde chiquitín yo no me representaba como una mujer femenina y eso me llevó a que con cuatro cinco años me dieran una paliza hasta el punto que me partieran la nariz porque no me gustaba jugar con muñecas como a las niñas les tiene que gustar. Y desde que he ido creciendo ha sido soledad, bullying o faltas de respeto".

El estudio, realizado en 63 centros educativos de la Comunidad de Madrid y con una muestra de más de 2.200 estudiantes, refleja el rechazo -concretamente- hacia la bisexualidad y hacia la visibilidad LGTBI, es decir, hacia los compañeros del colectivo que abiertamente muestran su identidad de género u orientación sexual. No solo eso, también muestra que, incluso, los propios chicos y chicas LGBTI sienten prejuicios hacia su colectivo. "Muestran, en algún grado, rechazo, prejuicios, estereotipos hacia los compañeros que pertenecen al colectivo", explica Sara Guilló, técnica de educación de COGAM. "Estas personas jóvenes rechazan a sus iguales dentro del colectivo, como a sí mismos por asumir y normalizar el rechazo hacia la diversidad afectivo sexual y de género".

Un incremento vinculado a los discursos de odio

Desde la asociación han observado que los discursos de odio promovidos desde las instituciones también influyen en los alumnos llegando a producirse un incremento del 20% en cuanto a la percepción de estos prejuicios respecto al último informe elaborado en 2019. "Desde nuestra experiencia práctica, realizando talleres de sensibilización, hemos visto que este aumento está vinculado a la normalización de determinados discursos de odio en los espacios públicos, especialmente, en redes sociales, medios de comunicación, y en las instituciones públicas". Para Guilló, la clave aquí es que los jóvenes han normalizado y asumido estos discursos de odio y, no solo los perpetúan, sino que los ponen en práctica con sí mismos.

Han observado, también, que dentro de las aulas se dan muestras de rechazo hacia otros colectivos vulnerables: personas racializadas, personas con diversidad funcional, además de actitudes machistas tanto por parte de los chicos, como de las chicas. Los alumnos trans, según el estudio, siguen siendo los más vulnerados: un 17% de estos estudiantes aseguran haber sufrido algún tipo de agresión en los centros de educación.

La buena noticia es que el número de agresiones físicas se mantiene igual, pero sí ha disminuido el porcentaje de agresiones verbales hacia los compañero del colectivo. En parte, según afirman desde la COGAM, por la labor de sensibilización y concienciación que realizan este tipo de asociaciones en talleres y charlas de instituto. Para paliar estas muestras de odio hacia el colectivo, desde COGAM exigen que que los centros educativos dispongan de protocolos para prevenir este tipo de acoso escolar con medidas efectivas que favorezcan el reconocimiento y la aceptación de las identidades y expresiones de género no normativas.