La Asamblea de Madrid investiga a Vox por un presunto voto fraudulento
La Cámara ha abierto un expediente de oficio al detectar que Rocío Monasterio votó desde dos escaños distintos
La Asamblea de Madrid abre una investigación a Vox después de que en el último pleno se emitiera un voto desde el escaño de un diputado de la ultraderecha que no estaba
Madrid
¿Quién es el diputado de Vox que votó dos veces en el último pleno? Esta pregunta ha recorrido este lunes los pasillos de la Asamblea de Madrid, donde el pasado jueves se registró un hecho "sin precedentes" -según fuentes parlamentarias- en la Cámara de Vallecas, tan acostumbrada en los últimos años a sainetes de todo tipo.
Se votaba la enmienda a la totalidad que el grupo parlamentario Más Madrid había presentado al Proyecto de Ley de Economía Circular que el Gobierno regional está tramitando estos días. Como cada jueves, tras los debates, comenzó a sonar el aviso acústico que alerta a los diputados de que deben regresar a su escaño para votar. Cuando finaliza, el hemiciclo se cierra a cal y canto y nadie puede entrar o salir hasta que concluyen las votaciones. Cada representante, antes de votar, tiene que confirmar su presencia en el escaño. Y es ahí donde se detectó la primera irregularidad.
"Antes de empezar a votar les aclaro que un diputado por error ha apretado el botón de presencia en dos escaños distintos por tanto en el panel aparecerá un diputado presente más de los que estamos realmente", explicó el presidente de la Asamblea, el popular Enrique Ossorio, justo antes de dar inicio a la primera votación. "En ese momento se dio por hecho que fue un error", aclara un portavoz de la Cámara. El problema es que justo después se emitió un voto desde ese mismo escaño vacío.
En las imágenes realizadas por los servicios audiovisuales de la Cámara solo se ve una mano acercarse al panel de votaciones del escaño del exdiputado José Luis Ruiz Bartolomé, antiguo número dos en la Asamblea de Vox, que dimitió el pasado 25 de enero; pero al que la ultraderecha aún no ha sustituido. Esa mano es la de su líder regional, Rocío Monasterio, que primero vota en su panel -situado a su izquierda- y después se aprecia como se acerca al panel situado a su derecha, justo enfrente del escaño vacío que había ocupado Ruiz Bartolomé.
Esta mañana, durante la rueda de prensa posterior a la Junta de Portavoces de los lunes, la presidenta de Vox en la región ha confirmado que fue ella la que votó, aunque lo achaca a un error, del que culpa al sistema de votación del hemiciclo. Monasterio ha asegurado que uno de sus diputados, el expopular Íñigo Henríquez de Luna, no sabía si debía sentarse en su escaño o en el que había vacío al lado de la lideresa, sin aclarar si fue él quién activó el sistema de votación. Después, y según se aprecia en las imágenes realizadas por los propios servicios audiovisuales de la Asamblea, solo una mano se aproxima al panel de votación de su antigua mano derecha, la de la propia Monasterio. "Ahí ha habido un fallo -ha asegurado-. Estaban activados los dos, pero por mucho que yo le daba todos los botones, eso no se apagaba", ha confirmado la lideresa ultra. "Son cosas de la tecnología que de vez en cuando pasan", ha zanjado Monasterio.
Ahora, su grupo tendrá que tratar de convencer a la Cámara de que efectivamente fue un error porque la Asamblea ha iniciado formalmente una investigación, según ha informado esta mañana en un comunicado. "La Presidencia de la Asamblea de la Comunidad de Madrid ha comunicado al Grupo Parlamentario Vox la apertura de oficio de una investigación para que expliquen lo sucedido y una vez escuchadas las partes, se adoptarán las medidas oportunas conforme a la normativa vigente en la Asamblea de Madrid", reza ese escrito. Se desconoce quién tendrá que instruir el caso o las posibles sanciones a las que se enfrenta el grupo de ultraderecha o su propia presidenta regional porque, según fuentes parlamentarias, "es un hecho sin precedentes en la Asamblea de Madrid". Esas mismas fuentes niegan que el voto se registrara "por error".
No es la primera vez que Vox tiene un problema en el parlamento madrileño y trata de atribuírselo a los sistemas informáticos de la Asamblea. Ya ocurrió durante el trámite de enmiendas parciales a los Presupuestos del año 2023. Vox llegó tarde a registrar las suyas y la Mesa, el órgano de Gobierno de la Cámara, desestimó sus alegaciones. La ultraderecha se quedó sin posibilidad de influir en las cuentas de Isabel Díaz Ayuso y, en respuesta, tumbó -sus votos todavía eran necesarios para el PP- los presupuestos a solo cinco meses de las elecciones autonómicas.
Este error llega en un momento políticamente delicado para Rocío Monasterio, a la que algunas voces cuestionan dentro del partido. Es la única dirigente regional del partido que se ha quedado fuera del máximo órgano de dirección estatal de Vox tras la última asamblea nacional de la ultraderecha. A Monasterio se le encuadra en el llamado sector ultraliberal, enfrentado en muchas ocasiones a sectores mucho más conservadores, provenientes en algunos casos del posfranquismo. A esa lucha de poder se atribuye, por ejemplo, la renuncia el año pasado de Iván Espinosa de los Monteros, exportavoz de Vox en el Congreso de los Diputados, y marido de la propia Monasterio.
Javier Alonso
Periodista. Licenciado por la Facultad de Ciencias...