La nueva estación de Metro en los desarrollos del sureste, en vía muerta
Ninguna empresa ha presentado ofertas y la licitación para redactar el proyecto ha quedado desierta
Madrid
El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso no tiene quien le diseñe la nueva estación de la L9 de Metro entre Los Berrocales y Los Ahijones. La mesa de contratación de la Consejería de Vivienda, Transportes e Infraestructuras -la encargada de valorar las ofertas- declaró la licitación “desierta” el 12 de febrero tras constatar que “no se ha presentado ninguna proposición”, según se lee en el acta de esa reunión y ha adelantado este miércoles el diario 20Minutos.
El departamento que dirige el consejero Jorge Rodrigo sacó a licitación del contrato, por un máximo de 291.501,96 euros, impuestos no incluidos, y un plazo de ejecución de 14 meses; pero esas condiciones no han despertado el interés de las empresas de ingeniería que habitualmente desarrollan estos proyectos.
La propia Consejería reconoce de forma implícita que de momento no cuenta con una alternativa: “Seguiremos estudiando las mejores opciones de movilidad para los vecinos de la zona”, responden los portavoces habituales de Transportes. Los planes del Ejecutivo regional era tener esa estación operativa, que iba a ser en superficie, no subterránea, a finales de 2028, pero no concreta si este traspiés afecta a sus planes.
El proyecto arrastra varias polémicas. El Ayuntamiento de Rivas-Vaciamadrid lo había recurrido ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) al entender que suponía “un deterioro muy importante” del servicio de transporte en esta localidad del sureste, de más de 96.000 habitantes, pero sin servicio de Cercanías. Para acceder al tren, que tiene la parada más próxima en la estación de Puerta de Arganda, en el distrito de Vicálvaro, los ripenses dependen de la L9. Ahora pueden llegar hasta ese punto de la capital sin cambiar de convoy, pero los planes de la Comunidad contemplaban crear un transbordo obligatorio en esta estación de nueva creación. Eso, argumenta el Consistorio de Rivas-Vaciamadrid, iba a empeorar los tiempos de conexión de la localidad.
Además, la propia Comunidad de Madrid reconocía en los pliegos del proyecto lo que ya adelantó la Cadena SER, la “escasa cobertura” que iba a tener esa estación, alejada de los núcleos de viviendas y comerciales de Los Berrocales y Los Ahijones. El motivo, que no se iba a construir ni un solo kilómetro nuevo de vías, sino que se iba a aprovechar que el trazado –en superficie- hacia Rivas-Vaciamadrid y Arganda del Rey pasa por el límite entre ambos desarrollos.
Se espera que en 2050 más de 312.000 personas vivan en estos desarrollos. Solo en El Cañaveral ya viven más de 13.000 ciudadanos que adquirieron su vivienda pensando que la L2 se ampliaría en algún momento hasta el barrio, una idea que ya ha descartado por costosa el Gobierno regional.
Javier Alonso
Periodista. Licenciado por la Facultad de Ciencias de la Información de la Univesidad Complutense de...