"Seguir ganando significa que tengo un futuro por delante en este deporte": Adrián Oltean, tenista de Sevilla la Nueva y campeón de Madrid

Sevilla la Nueva

"Seguir ganando significa que tengo un futuro por delante en este deporte" explica Adrián Oltean un joven y ambicioso tenista de Sevilla la Nueva campeón de Madrid en individual y en dobles y semifinalista en el campeonato de España. El tenista de tan solo 15 años pasa junto a su madre, Gladys, por Y tú, ¿Qué haces? la sección de Hoy por Hoy Madrid Oeste que pone el foco en los jóvenes del suroeste madrileño.

Para conseguir su sueño de ser profesional entrena cinco o seis horas al día, por la mañana con su entrenador particular y por las tardes entrenamiento en grupo y físico. Esto lo puede compaginar con el resto de su vida ya que revela no necesitar mucho estudio para aprobar y no tener demasiados hobbies. Además el joven nunca se ha planteado otra carrera a futuro que no sea la de llegar a poder vivir del tenis. Dice que sabe que tiene el nivel necesario para poder llegar a lo más alto y por lo tanto trabaja para poder conseguirlo.

Comenzó a competir al tenis con tan solo seis años, contra niños de hasta tres años más que él. Ver a su padre practicar este deporte le inspiró para, desde muy pequeño, tener siempre una raqueta en la mano. Además de su padre toda la familia de Adrián es aficionada a este deporte, tanto sus madre como sus tres hermanos, el más pequeño de todos, de tan solo un año, ya coge una raqueta para jugar. Siempre ha tenido entrenador propio y, aunque ha estado en algunos clubes, su experiencia en ellos no fue muy positiva ya que, según él, le cortaban las alas. Prefiere entrenar con su entrenador propio y hacer sesiones de entrenamiento en grupo solo por las tardes.

Su madre nació en Bolivia y su padre en Rumanía, sin embargo Adrián decidió representar a España en competiciones internacionales. Aún así el joven está intentando competir próximamente en dos torneos en el país natal de su madre. Aunque lo ha visitado en varias ocasiones los familiares del tenista que viven en Bolivia nunca le han visto jugar en persona. Es por esto que tanto a él como a su madre les hace una ilusión enorme tener esa oportunidad.