La situación de los migrantes de San Fernando de Henares: "En España hasta los perros tienen papeles, entonces ¿por qué nosotros no?"
Los migrantes de San Fernando de Henares siguen luchando por conseguir cita para solicitar la protección internacional tras la muerte de su compañero Karim
Madrid
El jueves 14 se conoció la muerte de Sahd Karim, un joven marroquí de 22 años que estaba en San Fernando de Henares esperando a que le dieran cita para conseguir la protección internacional. Como él, tras meses en centros de acogida de Madrid, sin recibir respuesta por parte de las autoridades de cara a la cita para pedir el asilo, una treintena de migrantes comenzaba una huelga de hambre. Protesta que terminaba con la muerte de su compañero justo al terminar el ayuno.
"El día trece nos reunimos y decidimos que teníamos que comer, porque si no alguien iba a morir. No podíamos continuar, no teníamos más fuerzas", explica Ousmanee, joven senegalés, estudiante de Sociología que participó en la huelga de hambre. Era uno de los compañeros de Karim desde que llegaron a Madrid al Centro de Internamiento de Extranjeros del distrito de Carabanchel, "pasamos tres meses en Carabanchel, intentamos llamar todos los días y nadie nos contestaba. Llamábamos y llamábamos, pero nadie nos respondía".
Llamar es el único medio que tienen para pedir cita para solicitar el asilo, una situación que continúa bloqueada y que les impide acceder a derechos básicos como asistencia sanitaria, legal, psicológica o, incluso, formación. Además, tras pasar por el centro de Carabanchel, varios migrantes son desplazados al recurso de acogida del gobierno en San Fernando de Henares, un hostal del que les comunican que tienen menos de diez días para marcharse.
La situación de los migrantes de San Fernando de Henares En España hasta los perros tienen papeles, entonces ¿por qué nosotros no
Una protesta tras meses esperando el asilo
Karim llegó a las Islas Canarias en el mes de octubre de 2023 en patera; un mes después, Ousmane hacía lo mismo en Tenerife. Más de cuatro meses de espera para poder conseguir una cita para solicitar la protección internacional. "Nosotros no tenemos trabajo, entonces ¿cómo vamos a hacer para tener dinero? No nos han facilitado lo necesario para que podamos tan si quiera llamar a la Policía", concluye Ousmane, siendo este uno de los principales motivos de la protesta, que derivó en huelga de hambre.
"Karim era una persona que no tenía problemas con nadie. Era una persona sencilla", Karim comenzó la huelga de hambre con todos sus compañeros. Tras romper el ayuno, el jueves 14, el joven marroquí empezó a sentirse mal, con "fuertes dolores de estómago". "Hablamos con la Cruz Roja y le dijimos a quien estaba de guardia que Karim estaba enfermo, pero nos dijo que no lo podía acompañar al hospital porque su hora de trabajo había terminado. Escribió en un papel `Me llamo Karim, estoy malo. No hablo español y quien me acompaña tampoco lo habla, solo habla un poco de francés´", relata el entrevistado.
Siguiendo el testimonio de Ousmane, el fallecido consiguió finalmente acudir a un centro de salud, donde le recetan omeprazol. Al regresar al hostal "Sahd ya no podía mantenerse en pie, había vomitado, se sentía muy mal y murió ese mismo día. Llamamos a la Cruz Roja, pero no nos respondían. Bajamos a hablar con la gerencia del hostal, quien llamó al 112. Cuando los servicios de urgencias llegaron, hicieron todo lo posible para ayudarlo, pero no pudieron salvarle".
Según fuentes del Ministerio de Inclusión, el protocolo ante casos como este establece que "al ser mayores de edad, pueden ir solos al centro de salud o realizar otro tipo de cuestiones. En este caso, además, el ambulatorio está a escasa distancia del recurso". Añaden que "fue en el centro de salud donde le hicieron el diagnóstico, observaron que no revestía gravedad para mantenerlo en observación y le dieron el alta".
La muerte de Karim ha afectado gravemente a sus compañeros, quienes siguen luchando por conseguir la protección internacional.
Tiempo limitado en el hostal
A penas unos días después de la muerte de Karim, Ousmane relata que la Cruz Roja les informó de que tenían un plazo de diez días para irse del hostal: "Nos dijeron que solo teníamos derecho a quedarnos en el hostal 10 días. Saben que no tenemos medios para poder coger el tren o el bus, no tenemos nada".
Llevan meses luchando por conseguir el asilo que les garantice unos derechos básicos, pero la situación sigue siendo muy complicada para ellos. "En España hasta los perros tienen papeles, entonces ¿por qué nosotros no?", protesta Ousmane.
"Es muy difícil, ahora todo el mundo está asustado, no sabemos qué hacer", concluye el entrevistado. Él y sus compañeros intentan buscar ayuda por todos los medios posibles, porque no tienen a donde ir, aunque descartan volver a ponerse en huelga de hambre: "No podemos continuar haciendo la huelga de hambre, no podemos correr ese riesgo. Con una muerte es suficiente".
Por el momento, el Defensor del Pueblo ha iniciado una actuación de oficio tras conocer el fallecimiento de Karim, solicitando información a la Fiscalía y al Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
Según han informado fuentes del Ministerio a Radio Madrid, acorde a los resultados de la autopsia de Karim, su muerte no tiene relación con su estancia en el centro, ni con ningún hecho que ocurriera en los días anteriores.