Alone in the Dark, un reinicio muy clásico para el padre del terror
Esta semana en SER Jugones hablamos también del certamen de homenaje al videojuego español ‘Jugando en casa’
SER Jugones 10x27: Alone in the Dark, un reinicio muy clásico para el padre del terror
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Fuenlabrada
Pese a la creencia popular, Resident Evil no fue el primer survival horror. El juego que dio origen a este género basado en el terror, los puzles y la recolección de recursos para sobrevivir fue Alone in the Dark en 1992. Tras varias e irregulares secuelas la franquicia revive ahora de la mano de los suecos Pieces Interactive y THQ Nordic. El nuevo Alone in the Dark (PS5, Xbox Series y PC) es nuevo pero clásico, y eso está bien.
Alone in the Dark nos sumerge en el sur de Estados Unidos en los años 20 del siglo pasado, en la zona de los pantanos de Luisiana. Sus dos protagonistas, Emily y Edward, acuden a la mansión Derceto buscando al tío de la joven, que lleva tiempo sin dar señales de vida tras un supuesto retiro voluntario. Lo que no saben es que un mundo de magia negra y pesadillas se esconde tras sus puertas. Como detalle, el personaje del detective Edward Carnsby está encarnado por David Harbour (el jefe de policía Jim Hopper en Stranger Things).
La aventura nos propone dos historias, cada una vivida desde el punto de vista de uno de los protagonistas. Ambos se separan al poco de comenzar y, aunque la mayor parte del camino es común, hay ciertos puntos donde la historia cambia y cuentan con acceso a ciertas zonas exclusivas. Además los personajes secundarios reaccionan de forma diferente al hablar ante cada uno de ellos. Para conocer la historia completa es recomendable completar ambos caminos, algo que nos puede llevar unas 16 horas (8 horas cada personaje, más o menos).
Buena ambientación y acción justa
La mansión Derceto y su ambientación bebe claramente de influencias como H.P. Lovecraft y los viejos cuentos de casas encantadas. Tenemos apariciones, ciertos cambios inexplicables en sus estancias y cuenta hasta con portales hacia otros mundos oscuros. Como manda el género su mapeado es intrincado, plagado de plantas, habitaciones con sus cerraduras, sótanos y desvanes, que debemos explorar a fondo para encontrar llaves y objetos curativos o munición. También hay conjuntos de coleccionables que aportan más contexto y que desbloquean nuevos finales en posteriores partidas. Su búsqueda se complica en el modo clásico porque no destacan en el entorno, pero podemos activar el modo ‘moderno’ para verlos con más facilidad. Y sí, también hay sustos.
Alone in the Dark tiene algunos combates, sí, pero no es un juego repleto de acción. Hay tensión y muy buena ambientación terrorífica, con un ritmo pausado que sobre todo apreciarán los más veteranos y los amantes del survival horror clásico. En cualquier caso contamos con armas como pistola, escopeta y ciertos elementos contundentes que se utilizan para luchar cuerpo a cuerpo. También podemos apostar por el sigilo, la distracción o la huida, aunque seleccionando bien la oportunidad.
A nivel audiovisual el juego tiene altibajos. Lo mejor probablemente sea la ambientación sonora y la cantidad de sonidos que tenemos a nuestro alrededor en la mansión, que hacen volar nuestra imaginación y no para bien. Gráficamente (Unreal Engine 4) luce correcto, con perspectiva en tercera persona y cámara sobre el hombro derecho, con buena iluminación -y sombras- pero con limitaciones en la recreación de los rostros de sus pintorescos personajes (al menos en versión PS5). Los textos están en español y las voces, en inglés.
Jugando en casa
Como ya contamos hace unos días el próximo 4 de abril se celebrará en el teatro Príncipe Pío de Madrid la gala de los premios ‘Jugando en casa’, el homenaje a la creación española de videojuegos donde se elegirá el mejor título de toda la historia de la industria nacional. A partir de una selección de 50 juegos en la que han participado profesionales de la industria de todo tipo - entre ellos este podcast SER Jugones- el público debe votar en la web del certamen su favorito hasta el próximo 30 de marzo.
El certamen está organizado por el Centro universitario de tecnología y arte digital U-tad, y esta semana hemos querido conversar con su fundador Ignacio Pérez Dolset. “Los creadores de videojuegos españoles merecen un reconocimiento que no han tenido en 45 años. Con el impacto social, económico y emocional que han generado creo que merecen mucho más reconocimiento y visibilidad de la que tienen”, nos ha contado. “Tiene mucho que ver con una industria con altibajos, que en los 90 pasó una edad oscura…es una industria que no ha tenido músculo suficiente para reivindicarse y, de alguna manera, no hemos sabido vendernos de la manera que la industria merecía. No es un final de nada, es un principio del que espero que surjan más iniciativos y movimientos de reivindicación”.
Además de repasar algunos de los candidatos disponibles para votar como mejor juego español (Blasphemous, PC Fútbol, Commandos, La pulga…) Pérez Dolset se ha mostrado especialmente emocionado por juntar en una misma foto hasta a tres generaciones de jugadores y creadores. Asimismo también hemos repasado la velocidad con la que ha evolucionado la industria de los videojuegos tanto dentro como fuera de nuestras fronteras en las últimas cinco décadas y de su espíritu pionero en la industria tecnológica. Una charla deliciosa como antesala de la gala del próximo 4 de abril. Hasta aquí el SER Jugones de esta semana, pasadlo bien.