Día de la Tierra, ¿algo que celebrar?

El 22 de abril, se celebrael Día de la Tierra, “con un planeta en emergencia climática, sobreexplotado y con riesgo de colapso en muchos de sus ecosistemas”.

Es así como “celebra” la organización ecologista Greenpeace que hace balance del estado de la Tierra en una fechaen la que se trata de llamar la atención sobre la situación climática que se vive en nuestra casa, en el planeta

El Día de la Tierra aparece anualmente en nuestros calendarios desde 1970, cuando 20 millones de personas en Estados Unidos salieron a las calles a protestar por lo que consideraban una crisis ambiental: derrames de petróleo y aumento de la contaminación del aire y los ríos.

Desde entonces, gracias al trabajo de numerosas ONG y movimientos sociales, de científicos y científicas, y con el apoyo de buena parte de la sociedad, se han aprobado numerosas normativas que han ido protegiendo los ecosistemas y las especies de la Tierra.

Greenpeace quiere poner el foco en este día, en algunos de los retos prioritarios a los que nos enfrentamos como que el 2023 fue el año más cálido registrado, y también lo ha sido el último periodo de diez años.

En este sentido los ecologistas afirman que la “emergencia climática es más grave y urgente que nunca”. Para respaldar estas palabras argumente que se están batiendo récords de temperaturas de la superficie terrestre, calor y acidificación de los océanos, aumento del nivel del mar, pérdida de hielo marino de la Antártida y retroceso de los glaciares.

Entre los datos está el cálculo que un millón de especies están al borde de la extinción, desaparece la biodiversidad global mil veces más rápido que si ocurriera naturalmente y el 66% de los mares muestra una alteración severa por el impacto humano, lo que está provocando el declive en la cantidad y diversidad de vida marina. Sólo el 1% de las aguas internacionales están protegidas.

La organización también se fija en España que “se enfrenta cada vez más a un proceso de desertificación con sequías más intensas y frecuentes y, al menos, el 30% de las estaciones que controlan el agua subterránea y el 50% de las del agua superficial están contaminadas”.

El fuego, según la ONU, los incendios forestales serán extremos y aumentarán a nivel mundial un 50% en 2100 y los gobiernos no están preparados, advierten los expertos.

Greenpeace aporta más datos para reflexionar como que el actual ritmo de producción y consumo es incesante y que “necesitaríamos tres planetas para saciarlo” y que este planeta que nos acoge generamos “enormes residuos, pero el reciclaje de envases no alcanza el 50% y el reciclaje textil el 21%”.

Por todo ello, este año será de suma importancia la COP 16 para la biodiversidad (CBD), un foro internacional donde los gobiernos deben tomar medidas contundentes para proteger y restaurar la biodiversidad como elemento clave que nos ayuda a la lucha contra el cambio climático.

Pero desde Greenpeace siguen siendo optimistas destacando también las señales que muestran que es posible un cambio ya que 2024 puede ser el primer año en que las emisiones mundiales empiecen a bajar estructuralmente (sin ser por una crisis como la pandemia).

En nuestro espacio de Ecología de esta semana, hablamos con Eva Saldaña, Directora Ejecutiva de Greenpeace España.