Juzgan a un celador del Hospital Ramón y Cajal por presunta agresión sexual a una enferma
El acusado ha señalado que se trató de relaciones sexuales consentidas, relaciones sexuales en las que hubo cocaína porque este celador era consumidor.
Madrid
El problema es que la chica estaba en marzo de 2021 ingresada en la Unidad de Psiquiatría del Hospital Ramón y Caja, ingresada por orden judicial porque había intentado suicidarse. La victima ha detallado como fueron esas agresiones, una de ellas con penetración. Los compañeros de trabajo del celador dieron la voz de alarma.
Las agresiones se habrían cometido el 29 de abril de 2021 y el 1 de mayo de ese año. En aquella época, la chica tenía 18 años y estaba ingresada en la unidad de agudos de la planta de psiquiatría por un intento de suicidio.
En su declaración, el acusado ha relatado que conoció a la chica en el turno de noche y que solían hablar de música, un extremo que niega la víctima. Según su relato, la joven le pidió tabaco y droga, ya que entonces el procesado consumía cocaína.
El procesado afirma que el día 29 de abril solo tuvieron tocamientos consentidos, mientras que el 1 de mayo sí hubo una relación completa. "En una de las rondas, le dije que se acostase. Ella se puso melosa y al final caí. La veía como una persona normal, extrovertida que hablaba mucho", ha narrado.
Lejos del relato del agresor, la víctima sostiene que lo sucedido siempre de madrugada no fue consentido recordando que entonces estaba muy inestable emocionalmente porque estaba ingresada por un intento autolítico. "Me encerró en una sala y me acorraló con violencia. Me puso de rodillas y me obligo a hacerle una felación. Sentí un bloqueo", ha narrado a través de una videoconferencia.
En otro de los episodios violentos, el procesado la agredió sexualmente en su habitación. "Yo cerré la puerta, pero él entro con toda su cara y me levantó de la cama con fuerza. Y volvió a pasar lo de la otra vez", ha indicado. En esta ocasión, la violó a pesar de que ella manifestó que no estaba conforme con la relación.
Los días siguientes, no quería ver a nadie, se le cerró el apetito, se encerraba en su habitación e intentó incluso quitarse la vida en el propio hospital. Le contó a un enfermero lo que le había pasado, corroborado por este ante la sala.
La defensa ha tratado de desvirtuar su credibilidad con motivo del trastorno límite de personalidad que sufre y que la lleva a protagonizar incidentes agresivos en sus ingresos.
El padre de la perjudicada ha declarado que su hija no estaba en condiciones de mantener relaciones con nadie y que le contó que el acusado se metía en su habitación por las noches para agredirla sexualmente.
Según el fiscal, el celador trabajaba en el turno de noche en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid en la planta de Psiquiatría. Una joven de 18 años se encontraba ingresada en dicha planta por orden judicial desde el 28 de marzo de 2021 por intento autolítico, trastorno límite de la personalidad y trastorno de la conducta alimentaria.
Respecto a esta chica, sobre la una de la mañana del 29 de abril de 2021, el acusado aprovechó que en ese momento no se encontraba en la zona del TEC el resto del personal y le ofreció cocaína.
"Después, acercándose a ella comenzó a tocarla, levantándole la camiseta, dejando al descubierto sus pechos, tocándoselos al tiempo que le decía nunca antes me había pasado esto con nadie, me vuelves loco", relata el escrito. Tras ello, continuó la agresión sexual.
De igual modo, el procesado la agredió otra vez el 1 de mayo de ese año. Así, entró en su habitación y le empezó a tocar por debajo de la ropa, agrediéndola sexualmente a continuación.
El fiscal subraya que la víctima llegó a "autolesionarse inmediatamente después de suceder los hechos, lo que supuso además y a consecuencia de lo anterior agravación significativa de su patología clínica de base".