Piden 3 años contra el acusado de injuriar y acosar en su domicilio a Pablo Iglesias e Irene Montero
Durante meses las concentraciones se han sucedido frente el chalé familiar de Galapagar
Pablo Iglesias es increpado a su llegada a los juzgados.
MADRID
No hay tregua para los ultras que protestan contra Pablo Iglesias. Ni siquiera las puertas de un juzgado han servido para que se tranquilizaran. Se ha repetido la situación de tensión que la pareja Iglesias Montero tuvo que aguantar durante ocho meses.
Ocho meses de 2020 en los que las concentraciones frente al domicilio familiar fueron continuas con insultos, pantallas de sonido a todo volumen e incluso grabaciones subidas a redes sociales de lo que sucedía en el jardín. La Fiscalía solicita 3 años de cárcel por acoso, injurias y revelación de secretos.
El acusado, Miguel Frontera, ha detallado su estrategia de defensa consistente en sugerir que Podemos exigía escraches y ahora su fundador los ha sufrido en propia carne.
Pero los insultos han continuado hasta que se cerraba la puerta de la sala de vistas. Una tensión que provocaba que la propia Irene Montero hiciera frente a los que les señalaban acusándoles de acosadores y fascistas.
Su compañero sentimental. Pablo Iglesias, también se ha enfrentado a los provocadores que le estaban esperando en plan calle de Julián Camarillo, sede los Juzgados madrileños de Lo Penal.
