El PP blinda a Leguina en la Asamblea de Madrid

Madrid

Joaquín Leguina se marcó un objetivo desde la misma tarde en la que fue elegido presidente por sus compañeros de la Cámara de Cuentas, la mayoría de ellos propuestos por el Partido Popular: “Ayudar a que funcione la Comunidad y dar tranquilidad también a los miembros del Gobierno”, dijo aquel 16 de abril. Un propósito que ya levantó suspicacias por ser él precisamente el encargado de fiscalizar la labor del Ejecutivo.

Dos días después, Leguina tomó posesión del cargo y, desde entonces, su antiguo partido, el PSOE-M, ha pedido su comparecencia hasta en once ocasiones. Entre otras cuestiones, los diputados socialistas querían que explicara sus prioridades de fiscalización; los cambios que quiere hacer en el programa de exámenes; o su política de personal en el organismo.

Esta última cuestión no es baladí. Una de las primeras decisiones del nuevo presidente de la Cámara de Cuentas fue fichar a su esposa como secretaria. El organismo alegó que en realidad se trata de un traslado porque Lucinda Álvarez ya ejercía ese puesto en la Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid; pero su nuevo destino conlleva un complemento salarial de 23.713,92 euros anuales.

El también expresidente de la Comunidad de Madrid no dará ninguna explicación sobre este tema, ni ningún otro, porque la Mesa de la Asamblea de Madrid ha tumbado todas las peticiones que habían registrado los socialistas. “No es de recibo que el Partido Popular, y el Gobierno de la señora Ayuso, obstruyan permanentemente su presencia para rendir cuentas a esta Asamblea y los madrileños”, protesta Fernando Fernández Lara, el portavoz del PSOE-M en la Comisión de Hacienda de la Cámara, y autor de esas iniciativas.

El PP, con mayoría en la Mesa de la Asamblea, elude la polémica y remite a los órganos de comunicación del parlamento regional, que aseguran que una reforma del reglamento del año 2019 blinda a Leguina. “En su artículo 236 se señala que la Comisión de Presupuestos solo podrá pedir la comparecencia del presidente de la Cámara de Cuentas para explicar el contenido de los informes del organismo o su memoria, pero no por otros motivos”, argumenta un portavoz.

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Lo cierto es que ese artículo no explicita que esa sea la única causa de comparecencia. Simplemente reza que “la Comisión podrá recabar la comparecencia del presidente de la Cámara de Cuentas para que explique el contenido del informe o memoria”. En cualquier caso, apunta el portavoz de la Asamblea de Madrid, “hasta la fecha, el presidente de la Cámara de Cuentas solo ha comparecido en estas circunstancias”.

Leguina llegó al cargo, remunerado con un salario bruto de 101.059,32 euros anuales, después de una polémica reforma a finales del año pasado. Según todos los partidos de la oposición, garantiza al Partido Popular el control del organismo; y su antigua formación, el PSOE-M, la ha recurrido ante el Tribunal Constitucional.

El propio expresidente madrileño despachó las críticas de sus antiguos compañeros de partido con un amago de exabrupto ese 16 de abril: “Me la su...”, respondió Leguina sin concluir la frase.