La sangre: el vínculo que une a los dioses y los hombres en la mitología
La sangre es un compuesto que no sólo es esencial para la vida de las personas y los animales, sino también para las deidades al ser su alimento en muchas culturas
La sangre: el vínculo que une a dioses y hombres en la mitología
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Comunidad de Madrid
La sangre es, quizá, uno de los elementos más importantes que forman parte del cuerpo humano. Es un tejido líquido que recorre el organismo a través de arterias, venas y capilares, transportando glóbulos rojos, blancos, plasma y plaquetas, necesarios para las funciones vitales, permitiendo, a su vez, la oxigenación de los tejidos. Sin embargo, en los mitos tiene un papel esencial no sólo para la propia vida de los hombres y los animales, sino también para la de los dioses.
La sangre es el alimento divino por excelencia. A menudo, es un elemento que, más allá de su importancia fisiológica, tiene una significación mitológica y simbólica que se asocia tanto a la vida como al alma. Esto ha hecho que, desde tiempos remotos, la sangre haya estado rodeada de historias que le han dado cierto matiz divino, para bien o para mal, lo que, a su vez, ha dado pie a diferentes formas de involucrar este elemento en el imaginario mitológico de cada cultura y cada rito, como, por ejemplo, la extracción de la sangre contaminada por los malos espíritus en esa visión de la medicina primitiva, o el consumo de la sangre de otras personas o animales para adquirir sus cualidades.
Rituales y sacrificios
Si uno piensa en este fluido como un alimento divino, muchas culturas antiguas incluían en sus rituales el concepto de sacrificio, que permitía una ofrenda directa para que los dioses para que la consumieran y pudieran mantener su poder o, en algunos casos, evitar la muerte. Si embargo, dentro de este concepto, se puede hablar de sacrificios cruentos y no cruentos.
También hay culturas en las que, aunque no esté muy claro que necesitaran realmente la sangre para sobrevivir, es algo que los dioses reclaman de vez en cuando, a veces como compensación ante una afrenta contra ellos o como refuerzo de un vínculo. Esto es algo que se puede ver en el mundo clásico, tanto en las tragedias griegas como en la vida cotidiana; y es que en Grecia se impuso un tipo especial de sacrificio en la práctica colectiva de la polis, precisamente para expresar los lazos entre los ciudadanos y el mundo divino, reforzándolos y asegurando un buen funcionamiento de la comunidad y su prosperidad, algo que, en parte, también se puede en la cultura nórdica, en donde humanos y dioses compartían banquetes y en donde también tenían lugar peticiones a cambio de entregar una vida.
Si quieres saber más sobre los diferentes tipos de sacrificio existentes y conocer algunos mitos, ¡no te puedes perder la sección de esta semana!