La cita con las urnas de este domingo para conformar el nuevo Parlamento Europeo ha sido un punto de inflexión para la relación de Más Madrid con Sumar, que abre una «reflexión profunda», incluso hablan de la necesidad de una «enmienda a la totalidad» y exigen la asunción de responsabilidades por parte del núcleo dirigente de la formación que abandera Yolanda Díaz. La clave se encuentra en la relación con las organizaciones arraigadas territorialmente. Más Madrid no consiguió este domingo representación en Bruselas dado que Sumar obtuvo tres eurodiputados haciendo imposible la entrada en el Parlamento de Andere Nieva, cinco en la candidatura encabezada por Estrella Galán. Los resultados fueron calificados como «muy malos» por parte de la coportavoz regional de Más Madrid y líder en la Asamblea, Manuela Bergerot; «malos, sin matices» para su homóloga en el Ayuntamiento y coportavoz en la formación autonómica y en la ciudad, Rita Maestre; «malos sin paliativos», en boca del coportavoz de Más Madrid Ciudad, Eduardo Fernández Rubiño. En el punto de mira está la relación con las organizaciones territoriales asentadas. Maestre fue clara anoche cuando apuntaba a que el rumbo con respecto a Sumar pasaba por «arraigo territorial, confianza en las organizaciones y valentía para avanzar en el gobierno de coalición». La mano derecha de la ministra Mónica García, el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, dejaba constancia anoche, también a través de sus redes sociales, que «algo tiene que cambiar» y que «el arraigo territorial es lo que debe guiar este espacio» porque con los resultados del 9J «el gobierno de España se refuerza pero Sumar se debilita». Rubiño fue uno de los más contundentes. A través de sus redes sociales, el coportavoz de Más Madrid Ciudad apuntaba que fueron muchos, él incluido, los que trataron de «advertir en privado» lo que podía ocurrir, mientras que callaban en público «por responsabilidad y respeto a la campaña electoral». «El núcleo dirigente de Sumar debe asumir su responsabilidad en las decisiones que nos han llevado hasta aquí y replantearse su incapacidad para incorporar y respetar a las organizaciones con arraigo territorial y resultados sólidos en sus territorios. Este resultado es un antes y un después para nuestro espacio político que no admite más paños calientes», advertía el también portavoz adjunto de Más Madrid en el Ayuntamiento. El pasado 22 de marzo se suscribía un acuerdo bilateral de relación entre Más Madrid y Sumar tras unas semanas de tiranteces entre las dos organizaciones. En dicho acuerdo se reconocía a la formación madrileña como fuerza mayoritaria de la izquierda en la región. El pacto bilaterial, firmado en la víspera de la primera asamblea estatal del espacio que abandera Yolanda Díaz, suponía el «reconocimiento mutuo», en el que se proclamaba a Sumar como el proyecto compartido de ámbito estatal y Más Madrid como la referencia progresista en la región. Semanas antes, el desarrollo de varias asambleas autonómicas organizadas por Sumar con vistas a su congreso generó fricciones con Más Madrid, que por medio de cargos como Bergerot o su portavoz adjunto en la Asamblea Emilio Delgado recordaban que es Más Madrid el espacio progresista consolidado en la Comunidad es Más Madrid. Incluso se llegó a argumentar que no había que confundir «generosidad» con «candidez». Pocas horas después del cierre de urnas, la líder de Más Madrid en la Asamblea, Manuela Bergerot, lamentaba unos resultados «muy malos» para todos los que creen «en una Europa comprometida con los derechos humanos, los servicios públicos y la defensa del planeta» y anunciaba que «toca hacer una reflexión profunda sobre cómo se ha llegado hasta aquí». La ministra de Sanidad y coportavoz regional de Más Madrid, Mónica García, también puso sobre la mesa la necesidad de una «reflexión profunda» ante el «alarmante avance de la ultraderecha en Europa. »España resiste a la cabeza de las políticas progresistas. Ahora, más que nunca, necesitamos un gobierno de coalición valiente que priorice la vida, los derechos y el planeta, escribía en la red social X. Mucho más contundente se mostró el secretario de Extensión y Formación de Más Madrid, Gabriel Ortega, que habló incluso de «enmienda a la totalidad» ante una hoja de ruta diseñada por el núcleo de Sumar «fallida», que «no vale». También se pronunció el portavoz adjunto en la Asamblea y concejal de Móstoles Emilio Delgado, que llamaba a poner el foco en lo que se dice del bloque progresista una vez pasado el 9J, más que centrarse en el adversario. «Sobre lo que haga el bloque reaccionario no tenemos ningún control. Sobre lo que hace el bloque propio tenemos algo más», estimaba. También llamaba la atención sobre la soledad de Estrella Galán en la comparecencia tras los resultados, acompañada en el escenario por el portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, o el portavoz parlamentario, Íñigo Errejón, pero sin rastro de Yolanda Díaz, que hizo el seguimiento de la noche electoral en la sede del Ministerio de Trabajo. «Supongo que en Sumar tendrán que hacer pronto todos los análisis oportunos pero, más allá de análisis políticos, que esta mujer (por Galán) haya tenido que salir prácticamente sola en este momento me parece feísimo», criticaba Delgado. El propio Urtasun anunciaba anoche la apertura de un periodo de «reflexión serena» para rearmar el proyecto político liderado por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. La Ejecutiva de Sumar se reunirá este lunes para analizar el resultado del 9J.