La jueza de lo Penal número 14 de Madrid ha absuelto a Miguel Ángel Frontera de varios delitos de injurias graves y de acoso al exvicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias y la exministra de Igualdad Irene Montero durante siete meses en el domicilio familiar de Galapagar. Así lo ha anunciado el exvicepresidente del Gobierno en su perfil oficial en X, antes Twitter. «¿Recuerdan a Miguel Frontera? Es el ultra que acosó a mi familia durante casi un año. La fiscalía pedía 12 meses de prisión por Descubrimiento y Revelación de Secretos y 2 años de prisión por Injurias y Calumnias. La jueza Belén Pérez Fuentes le ha absuelto», ha señalado el que fue líder de Podemos. Así consta en una sentencia en la que la jueza le exonera de un delito continuado de injurias graves respecto a Irene Montero por prescripción, así como de los delitos de descubrimiento de secretos, coacciones, acoso e injurias graves con publicidad a la autoridad y contra las instituciones del Estado en relación a Pablo Iglesias. El ahora absuelto afrontaba una petición fiscal de tres años de prisión por acoso e injurias a la pareja. La acusación particular solicitaba un año y medio de cárcel para el procesado. En el juicio, Iglesias y Montero relataron la situación de «angustia» y «estrés» que soportaban a diario con insultos a diferentes horas del día, lo que cesó en diciembre de 2020 hasta que intervino un juzgado. En la argumentación, la jueza expone que las concentraciones en el domicilio de Iglesias arrancaron antes de que Miguel Frontera acudiera a las mismas y se mantuvieron tras la medida cautelar que le impidió acudir a las protestas por la gestión del Gobierno en relación al Covid, por lo que continuó «el ruido y las molestias que dichas concentraciones generaban». Pablo Iglesias e Irene Montero han sido increpados al grito de «miserables» y «asquerosos» a su llegada a los juzgados de lo Penal de la capital, donde está previsto el juicio contra el hombre que durante siete meses acosó al matrimonio en su chalé de Galapagar. Nada más llegar a los juzgados, un grupo de personas de extrema derecha comenzaron a insultar y amenazar a Iglesias y a Montero chillándoles «miserables», «sinvergüenzas» «vende obreros», «asquerosos» y «aprovechados» entre otros improperios.