Ocio y cultura

“La villa romana de Getafe podría ser tan importante como La Olmeda o Carranque”, explica el arqueólogo Javier Salido

Apenas una parte del yacimiento se ha excavado pero se han iniciado los trámites para su declaración como BIC

Entrevistamos a Javier Salido, profesor de arqueología en la Universidad Autónoma de Madrid

Getafe

El inicio de los trámites para declarar Bien de Interés Cultural (BIC) el yacimiento de la villa romana de La Torrecilla en Getafe puede suponer que se retomen las excavaciones y se confirme que aún bajo tierra se esconde una de las residencias aristocráticas más importantes de la Península Ibérica. "Estaría a la altura de las grandes villas como La Olmeda o Carranque", ha explicado Javier Salido, profesor de arqueología en la Universidad Autónoma de Madrid y uno de los mayores expertos en ese sitio. El lugar se encuentra en Perales del Río, a apenas cien metros del río Manzanares.

De momento se ha descubierto la zona residencial (un patio y estancias aledañas, una de ellas con un ábside), pero Salido destaca que, sorprendentemente, no se han hallado mosaicos figurados y eso plantea muchas preguntas a los arqueólogos.

Javier Salido es profesor de arqueología en la Universidad Autónoma de Madrid y uno de los mayores expertos en esta villa

Javier Salido es profesor de arqueología en la Universidad Autónoma de Madrid y uno de los mayores expertos en esta villa / Cadena SER

“Podía ser una villa aún más grande que tuviera más patios”, apunta como teoría al igual que enuncia que “tuvo que haber una vertiente económica de explotación agropecuaria”; aquí es clave el hallazgo de huesos hipertrofiados de oca, probablemente sobrealimentadas para conseguir hígados, uno de los manjares más apreciados entre la alta sociedad imperial.

En La Torrecilla se han encontrado restos de rata negra, uno de los vectores de transmisión de plagas

Otros huesos también han servido para empezar a elaborar otra teoría, en este caso sobre el final: se han documentado restos de rata negra, no encontrados en otros sitios de la época; este animal ha sido siempre uno de los principales vectores de transmisión de enfermedades y hay que tener en cuenta que a lo largo del siglo VI d.C. se desarrolló a una de las pandemias más terribles de la historia, la llamada Peste de Justiniano, que en el arco mediterráneo tuvo una tasa de mortalidad de hasta el 30% de la población del Imperio e irrumpió en Hispania en el 542 tal y como apunta a esta emisora el historiador José Soto Chica.

Después, este espacio siguió habitándose varios siglos, aunque cambiando los usos, y se ha encontrado una necrópolis de época visigoda.

Salido asegura que si se retoman las excavaciones (las principales fueron hace 40 años) se puede descubrir mucho más no solo de esta residencia aristocrática, si no sobre el mundo rural tardorromano. Existiría también otra vertiente no científica, la posibilidad de musealizar el yacimiento y hacerlo visitable.