Ayuso perdonará impuestos a los inversores extranjeros aunque no dejen un euro en Madrid
La Consejería de Economía confirma que la deducción del 20% del IRPF por inversiones de nuevos contribuyentes procedentes del extranjero puede obtenerse sin que esas inversiones se hagan en empresas de la región
La presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, sonríe a su llegada al pleno de la Asamblea de Madrid / FERNANDO VILLAR (EFE)
Madrid
"Gracias a esta medida, se incentivará la llegada de nuevos inversores, favoreciendo la generación de empleo, la creación de nuevas empresas y el crecimiento de las que ya operan, reforzando así a la Comunidad Madrid como centro de atracción de inversiones, empresas y talento". Con esas palabras justificaba la Comunidad de Madrid el anteproyecto de ley por el que se establecerá una deducción del 20% del IRPF por inversiones de nuevos contribuyentes procedentes del extranjero. Sin embargo, esos supuestos beneficios para la región están por ver ya que, tal y como ha confirmado la Consejera de Economía Rocío Albert, esa deducción no estará obligatoriamente ligada a inversiones en la propia Comunidad.
Lo único que tendrán que hacer los inversores extranjeros que quieran aprovecharse de esa rebaja fiscal será establecer su sede fiscal en Madrid pudiendo realizar sus adquisiciones en activos de fuera de nuestro país. Se dá la circunstancia de que estas personas podrían incluso aprovechar la deducción que ofrece Madrid mientras invierten exclusivamente en empresas de otras comunidades como Cataluña o País Vasco. Desde la Consejería se justifican recordando que la normativa europea no permite restringir el territorio de la inversión.
Deducción por aportaciones en bonos o acciones pero no por vivienda
La medida, aprobada en el Consejo de Gobierno del pasado 19 de junio y traslada a la Asamblea, ya causó polémica al incluir la compra de vivienda entre los activos sobre los que podría deducirse la inversión. Sin embargo, en plena crisis inmobiliaria, la Comunidad optó por eliminar esa posibilidad durante la revisión del anteproyecto. Finalmente, se refleja que la rebaja será del 20% de la aportación "realizada en obligaciones, bonos, letras del tesoro, acciones de sociedades cotizadas y no cotizadas o aportaciones en sociedades limitadas", entre otras.
Para acogerse, "se exige mantener tanto la inversión como la residencia fiscal en la región durante un mínimo de seis años" mientras que el inversor "deberá presentar su declaración en la región y no puede haber sido residente en España durante los cinco años anteriores al cambio de ubicación". Nada dice, sin embargo, de los límites geográficos de esa inversión más allá de no poder invertir "en entidades domiciliadas en paraísos fiscales" además de prohibirse que pueda funciones ejecutivas ni de dirección.
La Consejera busca que venga "gente con talento"
Según la consejera de Economía, Rocío Albert, lo que se pretende es atraer población a la Comunidad. "Tal como están las poblaciones de envejecidas necesitamos que venga gente a Madrid ,venga gente con talento, venga gente con recursos, que trabaje en Madrid, que invierta en Madrid y que podamos también disfrutar de que puedan comprar bienes y servicios en Madrid".
Desde su departamento remarcan que, como consecuencia del Tratado de Maastricht, están prohibidas las restricciones a los movimientos de capitales y a los pagos, tanto entre Estados miembros como con terceros países. Añaden desde la Consejería que el Consejo Superior para la Dirección y Coordinación de la Gestión Tributaria ya advierte en algunos de sus informes que “El ejercicio de las competencias normativas por las Comunidades Autónomas podría en algunos casos suponer una vulneración de los límites establecidos por el Derecho de la Unión Europea al poder tributario de los Estados miembros y sus entes territoriales, particularmente por lo que se refiere al respeto a las libertades comunitarias de establecimiento y circulación.”
