Sociedad

Dragones de Lavapiés, el Club de Fútbol más inclusivo de Madrid: "Es un símbolo de lo que es crear comunidad"

El Club de Fútbol del centro de Madrid es uno de los más inclusivos de la ciudad, con más de 600 personas de 60 nacionalidades diferentes

Dragones de Lavapiés, el Club de Fútbol más inclusivo de Madrid: "Es un símbolo de lo que es crear comunidad"

Madrid

Una persiana metálica de la calle Tribulete está pintada con una dragona rosa y un balón en los pies. Es la sede del club de fútbol Dragones de Lavapiés en pleno centro de Madrid, con más de 600 personas de 60 nacionalidades diferentes. Musta, uno de los chicos del equipo, explica que lleva "seis años, por Dolores, porque la conocimos aquí en el barrio, para jugar a fútbol".

Dolores, es la presidenta del club y explica que están orgullosos de estar ahí: "Es un símbolo de la ciudad y para nosotros también es un símbolo de lo que es crear comunidad".

Un equipo de fútbol singular que nació hace 10 años, sinónimo de la inclusión con niños y niñas, hombres y mujeres de diferentes orígenes, refugiados y personas del colectivo LGTBIQ+. Frac y María son el director deportivo y la técnica de educación: "Significa mucho para el barrio y para la gente que participa, tanto para los niños que tienen un espacio en el centro de Madrid que no es tan fácil tenerlo, y para las familias porque les permite conocerse, ayudarse, tejer dentro del barrio".

"Les da igual de dónde son sus padres, de dónde vienen, de dónde han nacido. Un espacio donde los chicos, las chicas, los equipos, la gente que se interesa por el deporte están acogidos y sintiéndose más seguros", concluía María.

Este proyecto fomenta la inclusión, la diversidad y apuesta por un fútbol competitivo y serio. "A un niño le dijeron, le había pisado sin querer a otro y dice, me has roto mi zapatilla me la vas a pagar. Y dijo el niño, no, no te la voy a pagar. Dice, claro, porque no puedes pagarla", comentaba Dolores, añadiendo que "los discursos de odio que también los escuchamos y que nuestros niños los escuchan y que cuando van por la calle muchas veces van haciendo ruido, como niños que son, o van jugando y hay personas adultas que les miran mal y ellos son muy conscientes de los discursos de la ultraderecha y dicen, claro, hacemos ruido porque somos emigrantes".

El fútbol es el deporte más popular del mundo y con esto vienen los prejuicios, los insultos, las actitudes machistas y racistas. En esta Eurocopa la selección española es más heterogénea que nunca, mestiza y reflejo de la sociedad. Y, además, nos ha llevado a la final del campeonato -e incluso a ganarlo-. Un ejemplo y un referente para los dragones. Dolores expresaba que los niños y niñas "se sienten muy reflejados, también están muy, muy orgullosos de tener compañeros que se parecen, que se peinan, que tienen esos gestos, esos bailes... Son modelos, lo quieran o no, lo son".

Guille, Ángel, Musta y los demás chicos del club gritaban que estaban "muy emocionados, muy, muy, muy emocionados" por el partido. Y discutían qué equipo, España o Inglaterra, iba a vencer. Concluían con estas declaraciones: "Dos africanos le están salvando el culo a España, Nico Williams y Lamine Yamal".

"Hay que cambiar la forma de relacionarnos, tiene que ser una forma mucho más positiva y tenemos que priorizar siempre el juego y la amistad", concluía la presidenta del club. Un proyecto que difunde su mensaje de igualdad, el arma más potente contra el odio.