Vibradores, un coche abandonado en los 60 o un vestido de novia en el mar, la basuraleza de la que somos responsables
El proyecto LIBERA de SEO/BirdLIfe y Ecoembes realiza desde hace 8 años grandes recogidas de basuraleza. Este año han recogido en toda España 93 toneladas. En la zona norte, uno de los espacios afectados es el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama
Entrevista a Eliezer Sánchez, de Ecoembes, sobre el proyecto LIBERA contra la basuraleza que realizan junto con SEO/BirdLife.
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Alcobendas
Ahora que estamos en verano y las salidas a la montaña o a la playa se incrementan, es más necesario que nunca hacer un llamamiento para evitar dejar en estos espacios naturales cualquier resto de nuestro paso por allí y no solo eso, también para contribuir a recoger lo que de basura encontremos. Así lo piden desde SEO/BirdLife y Ecoembes que desde hace 8 años tienen en marcha el proyecto LIBERA contra la basuraleza, una iniciativa que este año ha conseguido recoger en toda España con 15.000 voluntarios, unas 93 toneladas de basuraleza, compuestas por 70.000 residuos únicos, según ha contado a SER Madrid Norte, Eliezer Sánchez, portavoz del proyecto por parte de Ecoembes.
En lo que a la Comunidad de Madrid se refiere, 2.800 personas participaron en 136 puntos de recogida. Uno de ellos se situó en el Parque Nacional de Sierra de Guadarrama, muy visitado por los madrileños. Aquí, según cuenta, también se encontraron bastantes restos de basura esparcidos, relacionados en su mayoría con los pícnics que los visitantes realizan. Así se recogieron botes de bebidas, envoltorios de plásticos, toallitas o servilletas, entre otras cosas.
Pero, aunque estos sean algunos de los objetos más habituales en las recogidas, hay otros muchos que no sorprenden a los más implicados en esta tarea de recogida. Desde un coche de los años 60 encontrado en un barranco en Aragón, “que tuvo que ser desguazado allí mismo trozo a trozo para retirarlo”, hasta vibradores, ordenadores, baterías de vehículos, vinilos o electrodomésticos que se pueden encontrar en cualquier camino rural, en un bosque o incluso en algún espacio especialmente protegido.
Una de las cosas más curiosas, cuenta Sánchez, fue un vestido de novia, enredado en restos de redes, que apareció en el mar, cerca de la orilla, además de haber encontrado en alguna ocasión en diferentes espacios naturales, “armas y hasta algo de droga”.
No obstante, Sánchez reconoce que la zona más afectada por la basuraleza es el fondo del mar, con esas “grandes islas de plásticos que hemos visto” y todos los objetos que arrojamos desde la playa o en océano. La recomendación, no dejar basura cuando salimos al campo, montaña o mar y llevar una bolsa para recoger lo que nos encontremos y luego depositarlo en el contenedor adecuado. Es la forma de cuidar el planeta que disfrutamos y en el que vivimos.