Hermanos: un repaso por los parientes más míticos de la historia

Comunidad de Madrid

Cuando uno habla de los hermanos, es fácil pensar en el concepto sanguíneo, en esas personas, a veces amables, otras veces antipáticas, con las que uno comparte vida desde su nacimiento (o el nacimiento del hermano) hasta la mayoría de edad. Pero también existe otro concepto, más relacionado con las personas con las que nos vamos encontrando a lo largo de la vida. La mitología también cuenta con muchos grupos de hermanos, protagonistas de leyendas alegres y trágicas.

Si nos paramos a pensar en los hermanos más conocidos, podemos hacer una larga lista con nombres como Rómulo y Remo en Roma, a Zeus, Hera, Poseidón, Hades, Hestia y Deméter en Grecia, Frey y Freya en el mundo vikingo, Osiris e Isis en Egipto, Izanagi e Izanami en Japón, o Maui y sus hermanos en los mitos polinesios. Aunque en la tradición hebrea y cristiana, también podemos encontrar ejemplos, como el de Esaú y Jacob, José y sus hermanos, o incluso Jesucristo, de quien se dice que también tenía varios hermanos, según evangelios como el de Juan; y es en el relato de José donde se pueden encontrar algunas similitudes con mitos de civilizaciones coetáneas, como la egipcia.

Existe un relato egipcio perteneciente a la Dinastía XIX, conocido como “La historia de los dos hermanos”, protagonizada por Anpu (o Anubis) y Bata. Un día, Anpu emprendió un viaje y su mujer aprovechó su soledad para seducir a su cuñado, quien se negó a ceder a sus encantos; rechazada, al regreso de Anpu, le contó que Bata no había parado de acosarla durante su ausencia, lo que le enfureció hasta el punto de querer acabar con la vida de su hermano, a quien no le quedó más remedio que huir para salvar la vida. Sin embargo, en medio de esa persecución, Ra-Horajti (dios originado por el sincretismo entre Ra y Horus) creó un río entre ambos lleno de cocodrilos para que Anpu no pudiera cruzarlo y, desde la otra orilla, Bata le contó la verdad, cortándose un pie como prueba de que no mentía.

Arrepentido, Anpu volvió a casa y mató a su esposa, mientras que su hermano Bata permanecía en un oasis de cedros, arrancándose el corazón y guardándolo en uno de ellos, hasta que Jnum (un dios alfarero) creó una mujer para él, aunque esta terminaría siendo raptada por el faraón tras ser descubierta bañándose en la costa egipcia y, al contarle ella que estaba casada y que su esposo tenía su corazón oculto en un cedro, el faraón ordenó a sus solados que fueran al oasis y lo cortaran, provocando la muerte de Bata. Por su parte, Anpu regresó en busca de su hermano y, al encontrarle muerto, decidió ir en busca del corazón, un episodio desesperante que acabaría con la resurrección de Bata, con un considerable deseo de venganza.

Por otro lado, si uno acude al mundo al mundo mesoamericano, puede encontrar a Quetzalcóatl, Tezcatlipoca, Huizilopochtli y Xipe Totec, que son hermanos e hijos de los dioses primordiales Ometecuhtli y Omecíhuatl, según el relato de la creación del universo.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

La leyenda de Quetzalcóatl se remonta a la civilización tolteca, una de las más antiguas culturas mesoamericanas. Este dios llegó al pueblo tolteca para compartir su conocimiento con los habitantes, ganándose su respeto hasta el punto de llegar a convertirse en una especie de gobernante para esta cultura. Sin embargo, durante su periodo de apogeo, Quetzalcóatl fue engañado por sus hermanos, motivados por el deseo de hacer que cayera. Por ello, hicieron que Quetzalcóatl se embriagara con pulque y tuviera relaciones sexuales con su hermana, porque acabaron bebiendo juntos.

Si quieres conocer un poco más a estos hermanos y otras leyendas, ¡no te puedes perder la sección de esta semana!