Oropéndola, de oro y misterio

Colmenar Viejo

La relación de las oropéndolas con los humanos ha sido variada a lo largo de la historia. En algunas culturas, se les ha considerado presagio de buen augurio, mientras que en otras han sido cazadas por su carne o capturadas por su hermoso canto.

Su nombre científico proviene del latín aurum, «dorado», «ave de oro», haciendo referencia al color amarillo de su plumaje. Sólo haciendo referencia a los machos de la especie.

Su reclamo inconfundible, es perceptible desde el inicio de la primavera, desde abril a septiembre. El macho emite un singular silbido aflautado, audible a mucha distancia. El canto de la hembra, menos frecuente, es más corto, breve y agudo.

Se alimenta principalmente de orugas, mariposas, arañas, moluscos; frutos. Por su función natural son especies importantes en sus ecosistemas como otros muchos animales, marcando un equilibrio necesario, manteniendo a raya a insectos, y dispersando semillas en los bosques.

Sobre este ave hablamos con Eduardo Ramírez, vicepresidente de ANAPRI.