El riesgo de inestabilidad en el terreno por la línea 7B de Metro se extiende a puntos de Coslada

Madrid

La línea 7B de Metro, construida a toda prisa por el Gobierno de Esperanza Aguirre para inaugurarla antes de las elecciones de 2007, sigue alterando el suelo de las zonas por donde pasa. Ahora, esos problemas se extienden geográficamente. Sin llegar al extremo de San Fernando (38.000 habitantes), donde la inestabilidad del terreno ha condenado a 73 viviendas al derribo, el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso ha tenido que contratar por la vía de urgencia obras en el tramo que discurre bajo la localidad vecina de Coslada (80.000 habitantes) para evitar que los problemas vayan a más.

La voz de alerta la dio el pasado 15 de julio un informe de la empresa INTEMAC, que ha adelantado el diario El País. A grandes rasgos, ese documento acredita que el suelo en otro punto del recorrido, unos 300 metros entre las estaciones de San Fernando y La Rambla –ya en Coslada-, también presenta en su composición sales solubles; que paralelamente se está produciendo entrada de agua en el túnel; y que ese caudal está disolviendo esas sales. Una dinámica que, según la firma de ingeniería, “podría implicar la formación de huecos en el terreno”.

Se trata del mismo fenómeno que provocó la inestabilidad del terreno en torno al complejo El Pilar y las calles adyacentes en San Fernando de Henares; aunque -según el Gobierno regional- “hasta el momento, [los problemas] no revisten gravedad estructural ni representan riesgos en la prestación del servicio”. Eso sí, obligan a hacer obras en el recorrido “de forma inaplazable”.

Esos trabajos se aprobaron en el primer Consejo de Gobierno del curso político, el pasado 28 de agosto. En total, Ayuso y sus consejeros dieron luz verde a la licitación de un contrato de 24,4 millones de euros –impuestos no incluidos- para “la impermeabilización del trasdós [la cara exterior del túnel], consolidación del terreno en el tradós y reparaciones de la superestructura y del drenaje del túnel de la línea 7B de Metro de Madrid, entre las estaciones de San Fernando y Barrio del Puerto –en Coslada-. Los trabajos está previsto que se prolonguen durante seis meses.

El Gobierno de Ayuso anunció que iba a proceder a la contratación de estos trabajos, aunque el portavoz del Ejecutivo, el popular Miguel Ángel García, omitió en rueda de prensa que fueran obras de urgencia y que se hubieran detectado problemas de disolución en el suelo. Se limitó a enunciar que se trataba de “obras de mejora”, que permitirían “acometer labores de impermeabilización y drenaje del túnel, así como determinadas mejoras y reparaciones para mantener la línea en buen estado”.

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El tramo afectado por esos trabajos -tres estaciones desde Barrio del Puerto hasta San Fernando- lleva clausurado desde el 27 de julio. El cierre se anunció a finales de junio en un desayuno del consejero de Transportes con periodistas. Ese día el titular de la cartera, Jorge Rodrigo, aseguró que se cerraba para “una modernización de la señalización”. El informe alertando de los riesgos detectados en Coslada está fechado dos semanas después de aquel evento.