El futuro de los patinetes eléctricos en las ciudades

Alcobendas

El Ayuntamiento de Madrid ha decidido que el próximo 25 de octubre los patinetes eléctricos de alquiler dejen de prestar servicio en las calles de la capital, una decisión que llegó por sorpresa para las tres empresas concesionarias tras más de un año prestando servicio.

Los patinetes eléctricos de alquiler tenían por delante dos años más de concesión pública en Madrid, y la decisión de su retirada ha provocado que otras ciudades, como la de Alcalá de Henares, también decidan prescindir de este servicio de movilidad sostenible al no renovar la concesión pública.

Una decisión que está creando, según la industria de la movilidad, que muchos ayuntamientos piensen continuar con este servicio o no adoptarlo como una de las soluciones de micromovilidad para combatir la contaminación y dar un medio de transporte accesible a miles de personas.

Los patinetes levantan muchas opiniones a favor y en contra, pero parece que las que más “suenan” son las de sus detractores que no acaban de aceptar este nuevo modelo que ha irrumpido en las calles. Sin embargo, los ciudadanos que los utilizan, muchos de ellos jóvenes que optan por esta opción, son considerados como usuarios silenciosos a los que no se les está teniendo en cuenta.

Estas noticias de suspensiones de los servicios de patinetes de alquiler también se unen a la reciente cancelación de del Ayuntamiento de Madrid de no prorrogar las bicicletas compartidas.

En este punto hay que plantearse qué está pasando con este tipo de micromovilidad en España que sí funciona en cientos de ciudades de todo el planeta, entre ellas están muchas urbes de España.

Para ello entrevistamos a Antonio Relaños, director general para España y Portugal de Bird, empresa de micromovilidad compartida con bicicletas y patinetes eléctricos con presencia en más de 400 ciudades en el mundo.