El cine por dentro: "Con el sonido digital se puede hacer cualquier cosa que deseemos en las películas"
Coque Lahera es director de sonido empezó en series como 'Siete Vidas' o 'Manos a la obra', es uno de los técnicos más reconocidos y valorados de España en la captación de sonido en producciones audiovisuales
Los ruidos del cine
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Madrid
Coque Lahera es director de sonido directo, es decir que él es es responsable del sonido que se graba durante el rodaje de una película. Cuenta que llegó a la profesión casi por casualidad 'porque conocía a alguien que conocía alguien'... Sus comienzos fueron en aquellas series, de hace casi treinta años. Comedias de situación que duraban temporadas y temporadas y donde los personajes salían y entraban.
Con el sonido digital, se pueden hacer locuras
Cuando le pregunto sobre la evolución de su oficio con los años, me explica que ha cambiado tanto como ha ido evolucionando la tecnología. "Yo no viví los Estudio-1 de Televisión Española, pero es verdad que en aquellos capítulos de época, los movimientos de los ropajes de las actrices se volvían casi tan protagonistas como la acción. Se grababa en unos estudios con las denominadas 'jirafas' que llevaban colgando el micrófono, y con muy poca post producción de sonido. Esto sí que ha evolucionado, cuando yo empecé, las ficciones se grababan con tecnología DAT (Digital Audio Tape) con dos pistas de audio stereo, y el montaje era praticamente 'cortar y pegar', acompañar con algunos ambientes, como los pasos, el viento en la ventana, o el grifo que se abría. La tecnología no permitía aún variar, es decir intervenir en esas cintas de audio grabadas en directo. Hoy en día, el sonido digital permite hacer barbaridades, y colocar los efectos donde se desee y con la intensidad requerida".
La misión de los técnicos de sonido directo, en una película, es precisamente la de grabar los diálogos de los personajes de la forma más limpia posible, para que más tarde se pueda realizar la mezcla con todos los efectos: "grabamos ambientes para añadirlos más tarde a la mezcla, así que esos ruidos serán los reales del lugar que se ve en la pantalla. Ya sea un puerto, una calle, o un campo de fútbol". El equipo suele estar formado por tres personas, dos microfonistas y el jefe de sonido que es el que hace y supervisa la grabación. En cada secuencia, se coloca a cada personaje un micrófono inalámbrico, oculto. Todo ello se acompaña con las 'pértigas', que se deben dirigir a una distancia y en un eje especial en la escena. "Es muy difícil ser un buen microfonista, porque los actores suelen moverse. "Pero la dificultad acarrea también satisfacción cuando sale bien", añade.
Los actores ya no se doblan a sí mismos, aunque hay excepciones
Como no paro de preguntar, pacientemente, Coque Lahera me responde. "Hace mucho tiempo que los actores ya no se doblan, en España. Sólo lo harían si el registro del sonido directo no ha resultado satisfactorio. Ha podido ser que ha habido un problema técnico o que la interpretación no ha sido la mejor en la secuencia que se ha elegido para montar. Enfin, que una puede comprender por qué una película de una hora puede tardar hasta un año a estar lista para su difusión.
Myriam Soto
Redactora de Radio Madrid