Las agujas del reloj de la Puerta del Sol se paran por primera vez en 30 años
Con motivo de los trabajos de conservación en el reloj de la Real Casa de Correos, las agujas permanecerán paradas desde este mediodía y durante un tiempo estimado de 15 días
Los cuartos del reloj de la Puerta del Sol llevan unos días sin sonar, sus tres relojeros -Jesús, Santiago y Pedro- han desmontado su sonería, los han dejado mudos, y la semana próxima será el turno de enmudecer las horas y parar durante siete o diez días esta máquina que lleva 30 años sin descansar, marcando el paso de los madrileños y el cambio de año del país. Durante estos días las piezas encargadas del movimiento del reloj se limpiarán, una a una, y se engrasarán para poder seguir funcionando con perfección durante otras tres décadas. / FERNANDO VILLAR (EFE)
Madrid
El mítico reloj de la Puerta del Sol, emblema de la capital, ya ha dejado de sonar y seguirá sin hacerlo durante, al menos, los próximos 15 días, para someterse a su primer proceso de limpieza en casi treinta años. En esta segunda fase del proceso de restauración que la Comunidad de Madrid está realizando en el reloj de la Real Casa de Correos, sede del Gobierno regional, se detiene completamente el minutero desde este mediodía y durante un tiempo estimado de dos semanas.
Esta actuación, según han informado desde el gobierno madrileño, se incluye dentro de las labores periódicas de revisión de los relojeros encargados del mantenimiento de este símbolo de Madrid y España con las campanadas de fin de año. Así, ya se han desmontado parte de sus piezas empezando por los engranajes, piñones y ejes de la sonería de las horas, los cuartos, y, hoy, las agujas de esta obra maestra del siglo XIX, cuya última limpieza fue en 1996.
Por último, y en la tercera fase, se reinstalará el movimiento y se reconectará la sonoridad de los cuartos y las horas, dejando el reloj nuevamente en funcionamiento.
Este símbolo de la ciudad de Madrid, por tanto, volverá a estar en perfecto estado para ser testigo, entre otras, de las campanadas que cada Nochevieja congregan a miles de personas a su alrededor.
