"Nos quedamos": la resistencia de 9 viviendas al acoso inmobiliario que busca vaciar un bloque de pisos del centro de Madrid

Madrid

San Ildefonso, 20, es un bloque de pisos situado en el centro de Madrid, en el barrio de Antón Martin entre Lavapiés y Atocha. Tiene cuatro plantas con cinco viviendas por rellano y un bajo donde hay tres domicilios, además de un local que se alquilaba a negocios. En diciembre de 2023 fue vendido por la familia propietaria del edificio a ATM TYR Real Estate S.L, empresa con el objeto social del negocio de la vivienda. En noviembre de 2024 la empresa propietaria volvió a vender el bloque a otra sociedad limitada con el mismo objeto social.

¿Cómo una inmobiliaria vacía un edificio?

Vecinos del edificio, nos cuentan que hasta finales de 2024 las 23 viviendas estaban habitadas. Señalan que ante la voluntad de la inmobiliaria de vaciar el edificio llegaron poco a poco a acuerdos para desalojar las viviendas. Mediante negociaciones con los vecinos residentes firmaron contratos con los que a cambio de dinero y meses de alquiler gratuitos firmaban una fecha de desalojo voluntario.

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Los residentes denuncian que la inmobiliaria firmaba y negociaba estos contratos individualmente alcanzando acuerdos distintos con cada vecino. Cuentan que así rompían la unidad del tejido vecinal logrando acuerdos más beneficiosos para la inmobiliaria. Los vecinos desconocían las condiciones pactadas por los otros residentes porque tenían cláusulas de confidencialidad. De los 23 hogares del edificio, 14 y el local ya han sido desalojados mediante estos contratos. En abril de 2025 quedan 9 hogares que siguen pagando su contrato de alquiler aunque este está legalmente vencido.

El negocio de la vivienda con la gentrificación

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Nacho señala que la consecuencia del negocio de la vivienda es la gentrificación, dice que "poco a poco ves como desaparecen los pequeños comercios, los amigos, tus redes. Ves como tienen que ir yéndose del barrio o les echan porque les suben el alquiler o porque van a montar unos pisos turísticos ilegales en sus hogares". Añade que otra de las consecuencias de la especulación inmobiliaria es la pérdida del espacio público que "lo han tomado las maletas". También denuncia la ausencia de pequeños comercios y el auge de las franquicias asegurando que "crecen como setas las taquerías, heladerías, cafeterías de café a tres euros o las hamburgueserías".

Los vecinos y vecinas: "Nos quedamos"

Las 24 personas que habitan los 9 hogares que quedan sin desalojar cuentan que van a seguir en sus casas pagando su alquiler y aguantando todo. Lo hacen con la idea de "nos quedamos", una forma de resistir, dicen, ante los abusos inmobiliarios que consiste en quedarse en el edificio donde residen desde antes de que lo comprase la empresa inmobiliaria. Para quedarse en sus casas se han organizado recibiendo el apoyo y asesoramiento del Sindicato de Inquilinas de Madrid.

Desde la venta del bloque de pisos y el inicio de las obras el 19 de marzo de 2025, Nacho denuncia que en su día a día "viven un acoso inmobiliario con unas obras demenciales" sufriendo cortes de agua y luz, contaminación acústica y suciedad.

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Ahora los vecinos están en negociaciones con la propiedad porque su intención es comprar el edificio para crear una cooperativa en cesión de uso. Su objetivo es retirar las viviendas del mercado y ofrecérselas a los antiguos inquilinos e inquilinas. Si no acceden a ello, ofrecerían las viviendas a los interesados en formar parte de esta iniciativa. A día de hoy, tienen la negativa de la propiedad para ejecutar la compra y por tanto la ejecución del proyecto. Sin embargo, aseguran que van a seguir insistiendo en las negociaciones.

Los residentes señalan que con las obras iniciadas han contabilizado la demolición de 15 viviendas antes habitadas. Además, dicen que estás viviendas vacías deberían estar inmediatamente en el mercado del alquiler y así "ser usadas para vivir y no para especular".