Aprender a decir “NO” también es un acto de amor propio

Alcobendas

A todos nos ha pasado. Decimos que sí cuando en realidad queremos decir no. Y no porque seamos débiles o inseguros, sino porque queremos evitar conflictos, no decepcionar, quedar bien o simplemente porque no sabemos cómo negarnos sin sentir culpa.

Así terminamos organizando una fiesta cuando lo único que queríamos era descansar, apuntándonos a ese plan que no nos apetecía o asumiendo un proyecto que ya sabíamos que nos iba a traer más dolores de cabeza que satisfacciones. Lo hacemos una y otra vez, casi sin darnos cuenta.

Pero ¿por qué nos cuesta tanto poner límites?Porque muchas veces confundimos ser amables con ser complacientes. Porque nos han enseñado que decir “no” es egoísta, cuando en realidad es una herramienta necesaria para cuidar de nosotros mismos.

La buena noticia es que se puede aprender. Se puede entrenar el “no” dicho con respeto, claridad y firmeza. No necesitas justificarte demasiado. No necesitas sentirte mal. Decir “no” a los demás a veces es decirte “sí” a ti.

Y eso, aunque al principio incomode, con el tiempo se convierte en libertad.

Hablamos de este tema en nuestro espacio de Comunicación de esta semana, acompañados por Sarah Baglietto.