La empresa regional Planifica Madrid culpa al anterior gobierno de Pinto de varios retrasos en el CMC

Pinto

La situación de la sempiterna obra de reforma del Centro Municipal de Cultura de Pinto, en el antiguo convento de la Sagrada Familia, ha llegado a la Comisión de Presidencia y Administración Local de la Asamblea de Madrid. El grupo parlamentario de Más Madrid, a través del diputado Juan Ignacio Varela-Portas, ha preguntado por el estado de una obra que debería terminar el próximo mes de septiembre tras más de una década de retrasos, problemas constantes en los trabajos y una recepción de la obra frustrada que se produjo en 2023 para cerrar de nuevo el centro inmediatamente después por nuevos problemas.

Desde Más Madrid califican de “disparate” todo lo relacionado con una obra prevista para ejecutar antes de 2012 pero cuya adjudicación se retrasó hasta 2018, se entregó en 2023 tras una inversión de 2,6 millones de euros pero se volvió a cerrar por nuevas deficiencias. Por eso se ha preguntado por qué el actual gobierno de PP y Pinto Avanza recibió una obra “sabiendo que el edificio era inutilizable” y por qué no hace público el documento de recepción.

Diferentes retrasos

En respuesta ha intervenido Pedro Corbalán, consejero delegado de Planifica Madrid, la empresa pública de la Comunidad de Madrid para proyectos y obras. Corbalán ha señalado que el grueso de los retrasos tuvo mucho que ver con los provocados por la pandemia de coronavirus, la tormenta Filomena o la desaparición de algunas empresas subcontratas de la obra. Y también ha culpado al anterior gobierno municipal de parte de esos retrasos.

Por ejemplo, según el consejero delegado, fue el Ayuntamiento el que realizó el proyecto de ejecución de obra sin reflejar “una tubería de gas” que luego apareció durante los trabajos. Además, ha señalado que la dirección facultativa de la obra tampoco observó anomalías y tan sólo se reflejaron repasos pendientes habituales en este tipo de trabajos. No obstante, ha señalado que el entonces gobierno liderado por el PSOE se negó a recibir la obra comunicando “condiciones absurdas” y reclamando cuestiones que un año después, con la nueva corporación, no tenían apenas importancia como “un rayón de pintura o un pájaro muerto en un pasillo”.

Corbalán ha reconocido que en febrero de 2024 se detectó un desplazamiento de tejas con riesgo de caída y la fractura del 80 por ciento de las fijaciones, por lo que como aún estaba en garantía la obra se reclamó la adecuación de los trabajos, que todavía prosigue un año después.