Las mariposas diurnas son excelentes bioindicadores de las variaciones en la climatología

Colmenar Viejo

Las mariposas diurnas pertenecen al orden de los lepidópteros y constituyen uno de los grupos más populares de los insectos. Esta circunstancia se debe a que se pueden encontrar una gran variedad de formas y colores, que han despertado desde hace siglos la curiosidad de los aficionados por su gran valor estético y por tener un ciclo biológico de gran complejidad.

En el mundo científico siempre ha despertado un enorme interés por la investigación. Históricamente han sido recolectadas de su medio natural, y eso ha permitido elaborar colecciones científicas muy completas, con miles de ejemplares perfectamente conservados y etiquetados. Aunque en la actualidad y con el avance en medios ópticos y tecnológicos, ya no está justificada, salvo para casos concretos de investigación, la captura de mariposas para colecciones.

Las mariposas diurnas son indicadores de los cambios o variaciones en la climatología, así como la transformación o alteración de los hábitats donde viven. Sus cortos ciclos vitales facilitan la posibilidad de detectar los cambios que se producen más rápidamente.

Las primaveras más cálidas conllevan adelantos importantes en el desarrollo larvario y, en consecuencia, en la emergencia de los adultos. Se está produciendo un aumento generalizado de las temperaturas, y se puede predecir que algunas especies se van a ir desplazando progresivamente hacia latitudes más altas, debido a que esas zonas que antes eran demasiado frías han pasado a tener climas más benignos.

Esta circunstancia puede beneficiar a la biodiversidad en zonas del centro y Norte de Europa, pero va en detrimento de la biodiversidad de la cuenca mediterránea, y en el número de especies en nuestro país.

La polinización es fundamental para la producción de alimentos, ya que muchas plantas comestibles dependen de ella para producir frutos y semillas, cuestión imprescindible para la vida en el planeta. Las mariposas se cubren de polen en su visita a las flores, que luego desprenden en otras flores que visitan, facilitando la polinización.

Podemos decir que las mejores zonas en la Comunidad de Madrid para observar mariposas se encuentran en la vertiente madrileña de la Sierra de Guadarrama. Los meses de verano son los mejores para encontrar una mayor variedad y cantidad de mariposas, sobre todo en los claros de bosques y en los pastizales de montaña. Un buen ejemplo es el Valle de Lozoya.

Pero también en el Sur y sureste de la Comunidad de Madrid existen poblaciones de interés de especies de gran valor, asociadas a las formaciones arbustivas que crecen sobre suelos yesíferos

Es responsabilidad de todos la conservación de la biodiversidad para una vida más sana en este planeta y para asegurar un legado natural en buen estado a las próximas generaciones.

En nuestro espacio de Naturaleza de esta semana, hablamos con Alfredo Ortega, presidente de ÁLULA (Asociación para el Estudio y la Defensa de la Naturaleza y el Anillamiento Científico).