Bótox al sol y un ecógrafo con el preservativo puesto: desmantelan dos clínicas ilegales en Fuenlabrada

Fuenlabrada

La Policía Nacional ha detenido a dos mujeres acusadas de realizar peligrosos y avanzados tratamientos estéticos sin contar con ningún tipo de titulación ni permiso y, especialmente, sin mantener la más mínima medida sanitaria para la conservación y el transporte de las sustancias que utilizaban, como toxina botulínica y otros inyectables.

Según ha informado la Jefatura Superior de Policía de Madrid, se trataba de dos centros de origen asiático ubicados en el polígono industrial Cobo Calleja de Fuenlabrada: un centro para hacerse la manicura y una peluquería que escondían, en su interior, varias salas en las que las acusadas realizaban tratamientos avanzados de todo tipo.

Una de las sorpresas de los agentes investigadores fue encontrar un ecógrafo con el preservativo ya colocado, por supuesto violando cualquier tipo de medida sanitaria. Durante las inspecciones, solicitaron a las acusadas sus titulaciones y tan sólo una de ellas pudo aportar documentación: un simple diploma de un curso de uñas.

A pesar de ello, ofrecían a personas de su comunidad y su entorno todo tipo de tratamientos, incluso a domicilio. Pero para el traslado de los materiales también había un absoluto desprecio a las medidas de asepsia: no utilizaban neveras ni material esterilizado de ningún tipo, y de hecho los agentes encontraron un maletín con inyectables en el interior de un coche a pleno sol, con toxina botulínica, bótox, en un bote sin información de caducidad, origen o trazabilidad.

Durante el registro también fueron intervenidas jeringuillas, cremas anestésicas, agujas hipodérmicas, cosméticos, material de sutura, viales con bótox y diferentes materiales para realizar tratamientos odontológicos como endodoncias.

Las investigaciones se iniciaron en el mes de abril al tener conocimiento de que esos dos establecimientos podrían estar cometiendo varios ilícitos. De hecho, una de las detenidas ya había regentado un local en un barrio de Madrid capital que también fue clausurado por hechos similares. Ambas han sido acusadas de un delito contra la salud pública y otro de intrusismo profesional.

No obstante, los agentes no tienen constancia de víctimas ni denuncias directas vinculadas a esta operación y también se desconoce, por el momento, si había más responsables de los hechos. La operación ha sido desarrollada por la Brigada Provincial de Extranjería de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, en colaboración con la comisaría de Fuenlabrada, la Policía Local de Fuenlabrada e Inspección de Trabajo.