Los dioses también protegen el medio ambiente

Comunidad de Madrid

En los últimos años, no han sido pocas las veces en las que se ha hablado de la importancia de cuidar nuestro entorno natural y de la necesidad de buscar formas más sostenibles de vivir para asegurar su protección; y, pese a darlo por hecho, no sólo la historia ha demostrado que eso no es buena idea, sino también la mitología, bien en forma de castigo de los dioses por destruir el entorno de un lugar, bien por ofender a una de ellas por cualquier motivo.

Los mitos están repletos de dioses asociados a muchas cosas, entre ellas, a los elementos de la naturaleza: el fuego, el agua, el aire y la tierra; y uno de los ejemplos que mejor ilustran las consecuencias cuando uno de ellos falta, se puede encontrar en el mito griego del rapto de Perséfone y de la búsqueda de su madre, Deméter, que provocó el primer invierno en la tierra y una mortal pausa en la vida en la tierra. De igual modo, tampoco se puede olvidar el relato bíblico sobre el Diluvio Universal, protagonizado por un Dios decidido a exterminar el mal en la tierra por medio de unas grandes e incesantes lluvias que duraron cuarenta días.

Por otro lado, lejos de las hostilidades, existen diversos ejemplos de dioses relacionados con los diferentes elementos que componen la naturaleza. Sin abandonar Grecia, además de Poseidón (dios del mar), existen diversos dioses relacionados con diferentes ríos, quienes, a su vez, tuvieron descendencia; y tampoco se pueden omitir los propios ríos del inframundo, por el que viajaban todas las personas una vez morían.

Si nos vamos al aire, ya conocemos al dios griego del viento, Eolo, aunque también existen personificaciones de los diferentes vientos, como Bóreas (viento del Norte), Noto (viento del Sur), Céfiro (viento del Oeste) y Euro (viento del este).

Por último, si se repara en el elemento del fuego, Vulcano es imprescindible en la lista, ya que, al ser un dios herrero, también se le asocia con las fraguas y, por tanto, con este elemento. Asimismo, también se puede incluir al dios Adar o Atar, siendo aquí el fuego visto como uno de los objetos principales del simbolismo zoroástrico.

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