Denuncian temperaturas de hasta 38ºC en la Comisaría de Policía Nacional de Parla
Recientemente se han realizado obras de mejora de eficiencia energética con una inversión de casi 750.000 euros
Cartel informativo sobre las obras en la comisaría de Parla hace un año / Ramón Jurado
Parla
La Confederación Española de Policía (CEP) ha denunciado que la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Parla alcanza temperaturas extremas en el interior de hasta 38 grados centígrados, pese a las obras a las que se ha sometido el inmueble por importe de 749.000 euros para mejorar la eficiencia energética.
Con 2.200 metros cuadrados y construido en 1979, los policías realizan sus labores en "condiciones infrahumanas", con picos de calor de casi 40 grados. "Nadie se merece un castigo así ni tener que ir a trabajar en unas condiciones tan deplorables como éstas", atestigua la Confederación Española de Policía.
A principios de junio, el sindicato recurrió al Comité Territorial de Seguridad y Salud Laboral Policial de la Jefatura Superior de Policía de Madrid. Argumentó que los "sistemas de aire acondicionado no están dispuestos como deberían en los despachos, ya que, por razón de la obra, se retiraron 36 aires que tenían que haber colocado de nuevo en las citadas dependencias".
Una solución provisional
Ante ello, reclamó como "solución provisional" la habilitación de aparatos portátiles de aire acondicionado, los conocidos 'pingüinos'. "Es fundamental que se tomen medidas inmediatas para paliar las condiciones extremas de calor que se están experimentando", reclamó el sindicato.
La situación llega al extremo de que se alcanzan en el interior del inmueble los 38º. La legislación fija el tope en 27º para labores realizadas en oficinas. "Es insostenible", ha declarado un portavoz de la CEP, Raúl Domingo. De hecho, asemeja el la situación calorífica de la Comisaría de Parla a los "Altos Hornos de Vizcaya".
Trabajadores y público, afectados
Las elevadas temperaturas no solo afectan al personal funcionario del inmueble, sino al público que acude a realizar gestiones y a los trabajadores de mantenimiento y limpieza. Para Domingo, el problema es que el planteamiento de obra se hizo "mal desde el principio" por un "diseño mal planteado"
El proyecto de mejora de las instalaciones parleñas contemplaba un presupuesto de 749.016 euros, montante procedente de los fondos europeos Next Generation. Las obras fueron adjudicadas a la empresa Segipsa, que asegura que éstas han conseguido "un mayor confort térmico y acústico".
Así, se ha instalado una fachada ventilada con aislamiento térmico y material cerámico, y se han sustituido las carpinterías existentes por otras de excelentes prestaciones térmicas y acústicas con doble acristalamiento. Además, la iluminación interior se ha sustituido por otra con luminarias tipo LED y en la cubierta se ha colocado una capa de poliestireno extruido de ocho centímetros.
Para los sindicatos, en cambio, la obra, al menos en cuestión de climatización, ha sido "defectuosa". "Hay que revisar todo y buscar una solución porque la situación es insostenible", ha remachado Domingo.




