La víctima de violencia machista desahuciada con sus tres hijos no tiene dónde dormir hoy: "La Comunidad de Madrid no me ha amparado"

Madrid

Sheila, víctima de violencia de género, tiene 39 años y es madre de tres hijos. Residía en una vivienda pública a nombre de su expareja hasta que fue desahuciada el pasado 8 de julio, quedando sin techo y en situación de completa vulnerabilidad. Buscó ayuda en el Ayuntamiento de Torrejón, donde le ofrecieron un hostal hasta hoy, última noche que ha dormido bajo un techo. Ahora no tiene dónde ir.

Sheila asegura que esta noche no tiene ningún sitio dónde dormir. Actualmente, sus hijos están con su padre —quien no es la persona condenada por violencia machista— fuera de la Comunidad de Madrid hasta el 1 de agosto, lejos de su madre.

Sheila cuenta que “el Ayuntamiento de Torrejón solo me pedía que buscara un alquiler. Pero como no tengo contrato ni nóminas, nadie me alquilaba. Hasta el día del desahucio, ni el concejal ni nadie estaban aquí, y directamente fui a Servicios Sociales cuando ya estaba en la calle con mis tres hijos. Me pagaron un hostal hasta el lunes. Del lunes me pagaron hasta hoy, que ha sido mi última noche en el hostal, y me ofrecieron una ayuda de 700 €, que era para alquilar una casa. Pero claro, sin contrato, nadie alquila”.

Sheila ha exigido un cambio de titularidad de la vivienda pública en la que vivía con su maltratador. Asegura que nunca se ha negado a pagar, pero no le hicieron caso y rechazaron su propuesta.

Además, asegura que no se ha vuelto a reunir con nadie de los Servicios Sociales de su localidad. Afirma que no hay ninguna administración que le haya hecho sentir amparada, ni la Comunidad de Madrid ni el Ayuntamiento de Torrejón.

Sus hijos conocen la cruda situación que vive Sheila. Cuando vuelvan con su madre —el 1 de agosto— todavía no saben si tendrán un techo donde dormir. Ellos saben que “no hay ninguna ayuda ni ninguna casa, no hay nada”, añade Sheila.

Cuando residía en la vivienda pública de la Comunidad de Madrid, no pudo pagar porque asegura que no le permitieron regularizar la situación. Añade que ella quería pagar y que cubría los suministros.

Trabajó como camarera, dependienta y limpiadora durante los últimos años antes de perder el empleo. Ahora lleva cinco años sin trabajar. Por eso insiste en que lo que necesita ahora es un empleo para mantener a sus hijos y una casa.

Sheila hace un llamamiento para buscar una solución. Necesita trabajo y una vivienda. Afirma que puede pagarla.