Alcalá de Henares: el astrolabio de Santos Niños viaja hasta La Garena

Alcalá de Henares

Desaparece del casco histórico de Alcalá de Henares el astrolabio de la Plaza de los Santos Niños. Una obra de Juan Antonio Palomo, inaugurada en 1986, con motivo del V centenario de la primera entrevista entre Colón y la reina Isabel la Católica que tuvo lugar en el Palacio Arzobispal. Se trata de la representación de un astrolabio en hierro forjado sobre un pedestal de piedra caliza apoyado en una rosa de los vientos realizada en el pavimento en colores blanco y granate. Alrededor tiene tres medallones de bronce con los bajorrelieves de Colón y de los alcalaínos Pedro Sarmiento de Gamboa (navegante y explorador) y Antonio de Solís (historiador).

Aprovechando la reforma de los Santos Niños, el equipo de Gobierno ha decidido trasladar el monumento a la Plaza Clara Campoamor en el barrio de La Garena, junto al IES Francisca de Pedraza. En su lugar se creará una zona estancial que dispondrá de una zona verde con plantaciones de arbustos que estará presidida por una escultura de cuerpo entero del Emperador Fernando I. También se trasladará la caseta de la ONCE, situada actualmente en la esquina noreste del ámbito de intervención. Se reubicará en otra localización dentro de la plaza, pendiente de confirmación según indiquen los técnicos municipales.

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Estos detalles se recogen en la licitación del proyecto que ha publicado el ayuntamiento. "Se ha redactado un proyecto de mejora y adecuación del interior de la Plaza de los Santos Niños con el fin de completar las actuaciones previas, conectar los tejidos urbanos próximos que ya habían sido objeto de intervención, potenciar la plaza como espacio estancial y de encuentro y poner en valor el carácter monumental del entorno de la Iglesia Catedral Magistral". Las actuaciones conllevarán la renovación de la pavimentación completa de la plaza, además de los elementos de alumbrado, mobiliario urbano y la configuración estética del espacio.

Destacar, además, que tras el análisis de las conclusiones recogidas en la memoria final de las actuaciones arqueológicas llevadas a cabo en la plaza en 2022, "se considera procedente integrar la reproducción de parte de los muros localizados como trazas en el pavimento realizadas mediante pletina metálica enrasada en el pavimento".

También se contempla la instalación de elementos de señalética que expliquen la evolución histórica del entorno en relación con los hallazgos realizados. "Se sustituye el actual pavimento recuperando en planta el dibujo del antiguo trazado de la edificación existente en el siglo XVI, a partir del plano catastral del año 1870, volviendo a quedar visible el trazado de la plazuela original de los Santos Niños. La huella de la antigua edificación quedará marcada con un pavimento de piedra caliza -color blanco- de piezas de 60x30 cm para la edificación y piezas de 60x15 cm para las zonas de los patios. Esta piedra caliza de los patios tendrá un tono de color por encima del resto para que destaque sobre toda la superficie de alrededor.

Desde el S. XIII, en el espacio que hoy ocupa la plaza, se fue configurando una manzana de casas que se mantuvieron hasta la última década del S. XIX. Es entonces cuando el ayuntamiento inicia la compra de las viviendas para demolerlas y generar un nuevo espacio urbano abierto, según el proyecto del arquitecto, Martín Pastells. La plaza quedó configurada tal y como la conocemos en 1902.

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