Desarticulan una organización criminal con actividad en Fuenlabrada que estafaba con la distribución de carne

Fuenlabrada

Se trata de una compleja organización criminal, según los investigadores de la Policía Nacional, que había tejido un complejo entramado suplantando identidades empresariales para lucrarse con el negocio de la compra-venta de carne. Los tres detenidos habrían estafado con su sistema más de 200.000 euros.

El pasado mes de mayo comenzó la investigación cuando los agentes tuvieron conocimiento de la usurpación de una marca comercial dedicada a la producción y distribución de huevos. Sin embargo, sin el conocimiento de sus responsables, se estaba utilizando su empresa para la compra de productos cárnicos en Portugal.

Avanzadas las pesquisas, los agentes comprobaron que el entramado criminal había encargado cuatro camiones de carne congelada en el país luso. Tres de ellos salieron con dirección a un almacén de tránsito, desde el que después fueron divididos a dos centros de la organización.

El primero de ellos, en la localidad toledada de Calera y Chozas, donde dos de los pedidos fueron almacenados junto a toneladas de pienso, propiedad de un amigo de los investigados y carente de cualquier tipo de instalación o cámara de frío que garantizara la conservación de los alimentos.

El otro pedido quedó almacenado en una empresa localizada en Fuenlabrada y permaneció en cámaras frigoríficas durante varios días, siendo finalmente llevada a una empresa de embutidos para su venta al consumidor.

Finalmente la Policía Nacional ha detenido a los tres implicados. Uno de ellos, al que se le localizaron cinco teléfonos móviles, tarjetas SIM de diferentes operadoras móviles, sellos de empresas y fotocopias de DNI de los titulares de esos sellos, era el que se encargaba de los trámites gracias a su amplio conocimiento del negocio de la alimentación y el transporte. Los otros dos miembros se encargaban de recibir la mercancía y descargarla en las distintas naves, así como de efectuar los pagos de los envíos que siempre se abonaban en efectivo. Todos están acusados de un delito de estafa y pertenencia a grupo criminal y ya han pasado a disposición de la autoridad judicial.