Camila, artista de Móstoles: "Compatibilizar la maternidad y el trabajo es todo un mundo"

Móstoles

Camila Gámez es una artista que canta en las calles próximas a la plaza del Pradillo, en Móstoles. Ha dedicado toda su vida a ello, lo que ahora también es su profesión. "Desde que tengo memoria, me encanta cantar. En Colombia existe un utensilio para preparar chocolate llamado bolinillo, y yo solía usarlo como si fuera un micrófono" , recuerda Gámez. A los doce años subió por primera vez a un escenario y hasta ahora, que llena las calles de Móstoles con su voz.

Para ella ha sido todo un aprendizaje y progreso llegar a cantar en las avenidas mostoleñas: “En Colombia me lo planteé, pero era demasiado peligroso. Cuando llegué a España, fue una de las formas que encontré para seguir cantando. Empecé en el Metro y en la RENFE, pero al quedarme embarazada ya no podía seguir, me mareaba, entonces empecé a cantar aquí, en el Pradillo, donde mucha gente aún me recuerda embarazada, casi a punto de dar a luz y siempre han sido muy generosos”, señala Gámez. Y es que Camila no estaba sola en esta entrevista, también le acompaña Asher, su hijo y protagonista del single "ASHER" que esta cantante mostoleña sacó en marzo de este año.

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Además de cantar en las calles de Móstoles, Gamez también forma parte de una orquesta que toca en varios puntos de España. Compatibilizar su carrera artística con la maternidad, confiesa Camila, "es todo un mundo". Aprovecha cuando su hijo está dormido para hacer todas las tareas: estudiar, trabajar, cocinar... "Hay que adaptarse y organizarse, pero también improvisar según cómo esté él y sus necesidades. Cada día le creo una canción para que se tranquilice y se duerma", afirma la cantante.

Camila interpreta temas de artistas como Adele, Alicia Keys, Céline Dion o ABBA, pero asegura que llegar a ese repertorio ha sido un proceso de “prueba y error". Siempre piensa en conectar con quienes la escuchan y toca canciones que le piden. La artista canta sobre todo los fines de semana en las calles cercanas a la plaza del Pradillo, para quienes quieran detenerse a escuchar su voz.