El yacimiento de El Rebollar se abrirá al público para mostrar los proyectos candidatos al ‘Premio Nacional Palarq’
La visita tendrá lugar el domingo 3 de agosto a partir de las 10:00h y se contará con el acompañamiento de las arqueólogas encargadas de las excavaciones

Hablamos con Olga Romero, concejala de Turismo y Cultura, sobre las visitas guiadas al Yacimiento de El Rebollar
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El Boalo
El Boalo vuelve invitar a sus vecinos a visitar el yacimiento arqueológico de El Rebollar para dar a conocer uno de los proyectos que optan al ‘Premio Nacional Palarq de Arqueología y Paleontología’. La visita se iniciará a las 10:00h del domingo 3 de agosto y se contará con el acompañamiento de las arqueólogas encargadas de las excavaciones realizadas en este lugar.
El ‘Premio Palarq de Arqueología y Paleontología’, que otorga la fundación homónima y este año alcanza su cuarta edición, es un galardón bienal que reconoce la excelencia y originalidad de proyectos de investigación en arqueología y paleontología dirigidos por equipos españoles. El premio está dotado con 80.000 euros, y se centra, concretamente, en proyectos que impulsen el conocimiento de las sociedades y ecosistemas del pasado.
Se ha previsto que la visita tenga una duración aproximada de una hora y media y se recomienda a familias con menores a partir de los 6 años, siendo el precio de inscripción de 6 euros por persona para el público general y de 5 euros para familias de tres o más componentes y jubilados. Además, se informa de que el número de plazas son limitadas y pueden solicitarse a través del email turismo@bocema.org.
El cerrillo de El Rebollar esconde un enclave singular, muy relevante del patrimonio serrano madrileño. Enclavado en un entorno espectacular, con la Pedriza y la Sierra de los Porrones como fondo, cuenta con los restos de una iglesia visigoda fechada en el siglo VII a la que se asocia una importante necrópolis de enterramientos en cista y sarcófagos. Posteriormente, la iglesia fue transformada y convertida en una ermita, que convivió con otros edificios en su entorno inmediato; y el cerro se mantuvo como referente espacial y espiritual hasta el siglo XVII.




