Más Madrid rechaza el proyecto de Almeida para urbanizar el entorno del Bernabéu porque supone "una privatización encubierta" del espacio público

Madrid

El pasado 24 de julio el Ayuntamiento de Madrid aprobó incialmente en Junta de Gobierno el proyecto modificado de urbanización para la mejora del entorno del estadio Santiago Bernabéu, promovido por el Real Madrid. Según explicó entonces la vicealcaldesa, Inma Sanz, se trata de adecuar el proyecto aprobado en 2018 por el gobierno de Manuela Carmena a la remodelación del estadio, de manera que se mejore su integración en la escala urbana, y también a la reforma integral de la estación de Metro Santiago Bernabéu de la línea 10. Según el Ayuntamiento, una de las principales mejoras que se ha incorporado tiene que ver con la recuperación de grandes superficies para uso peatonal. En este sentido, el espacio peatonal pasará de 14.500 metros cuadrados a 40.500 metros cuadrados, es decir, un 170 % más.

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Otro de los cambios significativos respecto al plan que el Real Madrid y Carmena pactaron en 2018 tiene que ver con los 20.000 metros cuadrados de la nueva plaza pública creada frente a estadio. El equipo blanco podrá explotarlos durante los próximos 40 años tal y como recoge el contrato para la construcción de los dos nuevos aparcamientos públicos del Bernabéu, paralizados ahora por la justicia.

El pasado miércoles se inició el trámite de información pública para la presentación de alegaciones y sugerencias al proyecto. Más Madrid está ya elaborando las suyas y se centran, precisamente, en la capacidad que tendrá el Real Madrid para explotar el espacio público. El grupo municipal cree que esta operación urbanística, impulsada por Almeida sin consenso consolida la privatización encubierta del espacio público. "La plaza frente al estadio se transforma en una plataforma comercial al servicio del club, el aparcamiento subterráneo mantiene su tramitación a pesar de estar judicializado y su modelo de gestión futura será privado" dice Más Madrid. En este sentido los de Rita Maestre alertan de que esta actuación no responde al interés general, ni a las necesidades del entorno urbano "sino que reproduce el modelo de ciudad mercancía promovido desde Cibeles: una ciudad pensada para el consumo, el turismo y el negocio, no para la vida cotidiana de los barrios".

El concejal, José Luís Nieto, cree que éste es un claro ejemplo del urbanismo autoritario y al servicio de intereses privados. Además, denuncia la falta de transparencia y participación en la tramitación de la modificación del proyecto, cuyo periodo de exposición pública se ha abierto en pleno verano. Una maniobra habitual, dice Nieto, del Gobierno de Almeida para silenciar el debate público y debilitar la capacidad de respuesta vecinal.