Alquiler por horas en Madrid: "Pagué 650 euros para dormir en un salón con mi marido y mi sobrina"

Madrid

El precio del alquiler en Madrid sigue al alza y sin previsión de cambios: un piso medio de 80 metros cuadrados cuesta ya en la región 1.700 euros, según el último informe publicado por el portal Fotocasa. Un mercado cada vez más tensionado y que está provocando fenómenos como el alquiler por días o, incluso, horas.

Habitaciones privadas, algunas con baño y otras con aseo compartido, sin tele, y por 50 euros al día. Es lo que se ofrece en la zona de Plaza de Castilla y Tetuán, donde un piso de inmobiliaria de una sola habitación puede superar los 1.800 euros al mes.

"La mayoría de los usuarios son gente de fuera, sobre todo dominicanos", señala David, el propietario de este espacio con licencia de hostel. "Parejas que viene aproximadamente dos veces a la semana porque, a lo mejor, él vive en una habitación y ella en otra y no les dejan tener visitas, entonces es el rato que pasan ellos juntos y tranquilos". Asegura que además de los pequeños carteles colgados de farolas anunciando el alquiler por horas y días, funciona muy bien el boca a boca.

Esa misma situación económica precaria obligó a María, de Ecuador, a vivir en un salón junto a su marido y su sobrina, y lo que al principio iban a ser días acabaron siendo meses. "Mi sobrina dormía en el sillón y nosotros nos pusimos un colchón inflable. Además, la chica que nos alquilaba la habitación tenía dos perros y teníamos que dormir en el mismo espacio todos juntos", recuerda. "Teníamos todas nuestras cosas, la ropa, todo ahí amontonado en cajas, en bolsas, como podíamos". El alquiler por un salón para 3 personas les costaba 650 euros.

Desde el Sindicato de Inquilinas de Madrid denuncian lo que consideran una mercantilización de la intimidad" y una situación que obliga, sobre todo a los migrantes, a aceptar estas condiciones. "No es casualidad que las personas que más recurren a los habitaciones por horas sean migrantes y racializadas. No lo hacen por elección, sino porque un sistema marcado por el racismo estructural les cierra el acceso a una vivienda digna", señala Lucas Vaquero, portavoz del sindicato. Rechazan esta proliferación de fenómenos "surrealistas" y recuerdan que se entienden mejor en un contexto de subida generalizada de los precios del alquiler que "arrastra a la precariedad a, cada vez, más personas".