Poco personal y medicamentos caducados: las multas a las residencias de mayores de Madrid de 2024
La inspección sancionó a 32 residencias. Algunos de los centros multados por la Consejería de Asuntos Sociales alegaron dificultades para encontrar personal en el mercado laboral

La Comunidad de Madrid sancionó el año pasado a diez residencias por no cumplir las ratios de personal. / EUROPA PRESS

Madrid
La inspección sancionó a 32 residencias de mayores el año pasado. Los incumplimientos que más se repitieron tenían que ver con la falta de personal y con la medicación. O por errores a la hora de administrarla, o por mala conservación e, incluso, por estar caducada.
Radio Madrid ha tenido acceso, tras varias peticiones a través del Portal de Transparencia y tras consultar con el Portal de Contratación, a los informes realizados por la inspección con los motivos y las cuantías de las multas.
En la residencia Soto Fresnos de Soto del Real, el personal utilizaba un lápiz de insulina que estaba caducado hacía seis meses y recibió una sanción de 7.200 euros. En las residencias DomusVi Albufera de Madrid o La Marina de San Sebastián de los Reyes también se encontraron plumas de insulina caducadas y casos en los que los medicamentos que había pautado un médico no se habían dado. Fueron sancionadas con multas de 16.000 euros y 6.000,60 euros, respectivamente.
La inspección también impuso una sanción de 7.200 euros a la residencia DomusVi de Leganés por una infracción grave, ya que en la visita constató que a una residente se le había administrado un comprimido de acetilcisteína de 600mg. sin seguir las indicaciones del médico. Y tampoco se llegó a administrar otro tratamiento que tenía pautado.
Una situación similar se vio en la residencia DomusVi Ciudad de Móstoles donde la inspección encontró casos en los que no se había dado la medicina pautada y por eso impuso una multa de 8.000,80 euros.
El otro incumplimiento que más se repite, en este caso en forma de penalidades (son las sanciones económicas impuestas por no respetar el Acuerdo Marco), es el de tener las ratios de personal por debajo de lo exigido. Se multó a 11 residencias y, menos un caso, todos los demás fueron porque las empresas gestoras no tenían el personal suficiente. Estas empresas alegaron que había empleados enfermos, de vacaciones y también que no encontraban trabajadores en el mercado laboral.
Las residencias que recibieron esa sanción fueron Nava Real (Navalcarnero) con 10.512 euros, Bellaescusa (Orusco de Tajuña) con 37.843,20 euros, DomusVi Espartales (Alcalá de Henares) que recibió dos multas de 23.652 euros, Inarejos (Cobeña) con 15.768 euros, Emera (El Álamo) que también tuvo dos penalidades de 23.389,20 euros y otra, cuyo expediente comenzó en 2023, de 14.191,20 euros, Ballesol Pasillo Verde (Madrid) con 27.594 euros, DomusVi Quijorna (Quijorna) con 23.126,40 euros, Las Camelias (Móstoles) con 21.024 euros, Los Balcones (Leganés) con 28.645,20 euros y San Juan Bautista (Colmenar de Oreja) con 5.256 euros.
La cuantía de la sanción más alta fue para la residencia Abedul (Madrid) que cerró en febrero del año pasado. La multa fue de 175.002 euros. La inspección visitó el centro en dos ocasiones para supervisar el cierre y encontró hasta seis infracciones graves. Dejó por escrito que las enfermeras de la Unidad de Atención a las Residencias habían realizado varios informes en los que ponían "malnutrición e ingestas insuficientes y probabilidad de que no se suministren comidas por falta de recursos alimenticios y de personal".
La inspección también constató que había en la nevera una bandeja de quesos abierta caducada, un recipiente con mollejas sin abrir pasado de fecha y medicamentos caducados y mal conservados. Además, comprobaron que el personal que hacía la comida no estaba cualificado ni contaba con el carnet de manipulador de alimentos.
Agresiones sexuales en Moscatelares
La inspección también sancionó a la residencia Moscatelares (San Sebastián de los Reyes) donde fue detenido un celador por agredir sexualmente a dos residentes. La multa fue de 15.000 euros. El relato del sancionador fue el siguiente: "la psicóloga advirtió a la directora del centro que había una residente que se había quejado de que un trabajador al acostarla se había arrimado de forma inapropiada y que repitió las formas al día siguiente cuando ella estaba en el baño y la cogió por la espalda. La directora no pudo dar credibilidad porque la residente, de edad avanzada, tenía delirios".
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Se cambió al gerocultor a una planta de residentes válidos, pero allí otra anciana denunció que cuando iba a acostarse la desvistió, por lo que la mujer gritó y el trabajador se fue. La inspección consideró inapropiado que "no solo se mantuvo al trabajador con atención a residentes femeninas, sino que se le puso al cuidado de una residente que tenía incluso menor capacidad cognitiva que la primera". La directora terminó poniendo una denuncia en la comisaría contra este trabajador que fue despedido del centro.
Negligencias que acaban en muerte
La residencia DomusVi Espartales de Alcalá de Henares, además de dos penalidades por no cumplir las ratios, recibió una sanción de 36.000 euros porque una residente sufrió una caída de la cama al suelo sin que tuviera colocada la colchoneta que tenía pautada como medida de protección. La mujer sufrió una fractura del tabique nasal y un coágulo en la cabeza. Falleció unos días después. Antes de esa caída falta, la residente había tenido otra que no supuso graves consecuencias porque entonces sí tenía colocada la colchoneta.
La inspección sancionó a la residencia Nogales Paseo Imperial (Madrid) con 7.800 euros porque una residente pasó 28 minutos en una silla de ruedas en mitad de la puerta de su habitación sin supervisión. La usuaria estaba desorientada con una herida grave en una pierna por la que tuvo que ser derivada a un hospital y recibir varios puntos de sutura. Mientras que la residencia Orpea Madrid Aravaca fue multada con 16.001,60 euros porque una usuaria sufrió una caída y un golpe en las rodillas que no fue ni registrada ni comunicada a su familia.
Comida caducada, desayunos tardíos y sujeciones no prescritas
Otras de las causas por las que fueron multadas algunas residencias el año pasado tuvieron que ver con la comida caducada. La residencia Mirasierra recibió una penalidad de 47.743,57 euros porque la inspección encontró blíster de salchichas y dos barras de salchichón caducadas y fiambre caducado y con envoltorios que no hacían la función de evitar que se oxidaran, como contamos el año pasado.
La residencia Virgen de la Caridad del Cobre de Moralzarzal tuvo que pagar 50.000 euros de sanción porque no disponía de menús supervisados por personal cualificado médico o nutricionista. La cocinera dijo que el menú diabético era el mismo que para el resto de residentes. A las 10:35 horas un mayor seguía en la cama sin desayunar. En el salón había ancianos que no podían meterse el bocadillo en la boca. A una residente que no tenía dientes le dieron un sobao.
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El centro Campo Real Residencia de Personas Mayores fue multado con 6.000,60 euros porque la inspección se encontró que se levantaba a varios residentes a las 7 de la mañana y se les ofrecía el desayuno a partir de las 9. En la residencia Orpea Aravaca los inspectores vieron que un mayor estaba a las 10:55 horas solo en su dormitorio. Se encontraba en el suelo, debajo de la mesa, sin asear y sin vestir. Había hasta cinco residentes sin haber desayunado.
Por sujeciones sin prescribir fueron sancionadas la residencia Santa María del Silencio (Madrid) con 7.200 euros, Nogales Puerta de Hierro con 6.000,60 euros por barandillas no prescritas, el Centro Carabaña recibió una multa 6.000,60 euros por un cinturón abdominal no prescrito, la residencia Bellas Vistas tuvo una multa de 9.000 euros por un peto de sujeción en la silla que no tenía pautado y Geriasa Madrid pagó 8.000,80 euros por aplicar cinturón pélvico sin acreditar su prescripción.
Otras residencias fueron multadas por tener ocupadas más plazas de las registradas, la residencia Casta Guadarrama con 10.001 euros, Fuenteverde, también en Guadarrama, con 10.000,1 euros porque a las 13 horas en el salón había tres usuarios a 18,9º y a las 14 horas en el comedor estaban dos usuarios a 17,5º. Y, por último, la residencia La Ermita en Parla con 1.200 euros por no haber anotado en el sistema de información de incidencias del centro una pelea entre dos usuarios que les causó lesiones y moratones.

Elena Jiménez
Soy periodista desde hace algo más de un par de décadas. Especializada en temas sociales y educativos....




