La columna de Espido Freire. ¿Qué historias guarda un museo cuando decide mirar desde los márgenes?
Una propuesta que reescribe —literalmente— la historia del arte para poner en cuestión el relato colonial que aún persiste en nuestras salas
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La columna de Espido Freire. ¿Qué historias guarda un museo cuando decide mirar desde los márgenes?
Madrid
La columna de Espido Freire se adentra este fin de semana en la exposición Pinacoteca Migrante, de la artista peruano-española Sandra Gamarra Heshiki, que puede visitarse en la Biblioteca Nacional de España dentro del marco de PHotoEspaña 2025. Una propuesta que reescribe —literalmente— la historia del arte para poner en cuestión el relato colonial que aún persiste en nuestras salas.
Una pinacoteca subvertida
El proyecto, comisariado por Agustín Pérez Rubio, se presentó en el Pabellón de España de la Biennale di Venezia 2024 y ahora llega a Madrid como un ejercicio de subversión del concepto hegemónico de pinacoteca occidental. Aquí, los protagonistas no son los héroes ni los colonizadores, sino los cuerpos migrantes, las plantas desplazadas y las materias primas extraídas que durante siglos quedaron en los márgenes de la representación.
Relecturas críticas
A partir de más de 150 obras del patrimonio español, Gamarra interviene y subvierte géneros como el retrato, el paisaje, el bodegón o la ilustración científica. Sus apropiaciones pictóricas revelan cómo la historia del arte se construyó con sesgos que invisibilizaron a pueblos oprimidos, y cómo las narrativas coloniales siguen marcando nuestra contemporaneidad.
Seis salas para una historia abierta
El recorrido se estructura en seis espacios que dialogan con los géneros clásicos de la pintura:
- Tierra Virgen, sobre paisajes que evocan tanto el territorio español como las antiguas colonias.
- Gabinete de la extinción, que conecta colonialismo y extractivismo a través de las expediciones botánicas.
- Gabinete del Racismo Ilustrado, donde ciencia y antropología se muestran como herramientas de discriminación.
- Máscaras Mestizas, que cuestiona las estructuras patriarcales desde la práctica del retrato.
- Retablo de la Naturaleza Moribunda, un gran políptico que evidencia las nociones de acumulación y ostentación.
- Y en el centro, el Jardín Migrante, un espacio simbólico habitado por plantas alóctonas y monumentos reimaginados, como metáfora de la alteración de ecosistemas y de la herida colonial.
Una pinacoteca en ruinas
El resultado es una pinacoteca en restauración perpetua, donde las obras se presentan a veces acabadas, a veces inacabadas, como metáfora de la imposibilidad de fijar una historia única. Espido lo resume así: no se trata de cerrar un relato, sino de abrirlo en canal y dejar que hable la memoria de los márgenes.
Información práctica
La exposición Pinacoteca Migrante puede visitarse en la Biblioteca Nacional de España con entrada gratuita.
Escúchalo en A vivir Madrid
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