La mariposa del geranio y el gorgojo negro, las plagas de verano que asedian nuestros balcones

Miraflores de la Sierra

Si en primavera los pulgones y las cochinillas ocupaban titulares por su capacidad de debilitar plantas y arruinar brotes tiernos, el verano ha traído consigo dos nuevos protagonistas en el mundo de las plagas: la mariposa del geranio y el gorgojo negro. Ambos insectos se han hecho notar con fuerza en balcones, patios y terrazas, convirtiéndose en una pesadilla recurrente para jardineros y aficionados a la jardinería urbana.

La mariposa del geranio (Cacyreus marshalli), originaria del sur de África, apareció en nuestro país hace apenas unas décadas, pero en poco tiempo se ha convertido en una de las plagas más dañinas para esta planta ornamental. Sus larvas penetran en los tallos y capullos de los geranios, alimentándose desde el interior y provocando un deterioro que suele pasar inadvertido hasta que la planta se marchita sin remedio. El resultado ha sido devastador: los geranios, antaño protagonistas indiscutibles de balcones y ventanas, han visto cómo su presencia se reduce drásticamente año tras año.

Por su parte, el gorgojo negro (Otiorhynchus sulcatus) se ha hecho notar en hiedras, durillos y otras especies de hoja perenne muy comunes en jardines urbanos. Aunque este pequeño escarabajo no suele matar a las plantas, su acción es inconfundible: las hojas aparecen con los bordes recortados en semicírculos, afeando notablemente su aspecto. Además, sus larvas atacan las raíces, debilitando la planta desde abajo y volviéndola más sensible a enfermedades y sequías.

Ambas plagas plantean un desafío que va más allá de la estética. Al debilitar las plantas ornamentales, obligan a muchos aficionados a sustituir especies tradicionales por otras más resistentes, lo que altera la fisonomía de balcones y patios que hasta hace poco lucían repletos de geranios y hiedras.

La buena noticia es que, a pesar de la dificultad, existen formas de combatirlos. En el caso de la mariposa del geranio, la vigilancia constante es clave: revisar tallos y flores, retirar las partes afectadas y aplicar tratamientos biológicos o insecticidas específicos puede frenar su avance. Para el gorgojo negro, la colocación de trampas y el uso de nematodos beneficiosos que atacan a sus larvas son estrategias cada vez más utilizadas en jardinería doméstica.

En definitiva, el verano confirma que cada estación trae consigo sus propios enemigos verdes. Y, aunque geranios e hiedras vivan momentos difíciles, el conocimiento y la prevención siguen siendo las mejores herramientas para que nuestros balcones no pierdan vida ni color.

De todo esto hablamos en nuestro espacio de Plantas de esta semana con Óscar Domínguez.