El Museo Picasso-Colección Eugenio Arias de Buitrago expone el impacto del artista malagueño en Mingote
La exposición, abierta hasta el 7 de diciembre, se divide en dos etapas principales y una sección complementaria, mostrando el primer dibujo que Mingote dedicó a Picasso
Entrevista a Carlos Villanueva, Comisario de la exposición sobre la huella de Picasso en la obra de Mingote
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Buitrago de Lozoya
El Museo Picasso-Colección Eugenio Arias de Buitrago del Lozoya acoge, hasta el 7 de diciembre, la exposición ‘Picasso en la obra de Mingote’, una muestra que revela la influencia artística del pintor malagueño en el universo creativo del dibujante catalán. Se trata de una exposición gratuita que se divide en dos etapas principales y una sección complementaria, pudiéndose encontrar en ellas el primer dibujo que Mingote dedicó al propio Picasso.
Caminos distintos y una mirada libre
Aunque sus trayectorias recorrieran caminos distintos, ambos comparten una mirada libre, provocadora y profundamente humanista sobre el mundo; y ese vínculo artístico queda reflejado en el trazo, el color y las referencias que Antonio Mingote fue incorporando a sus trabajos a lo largo de los años.
La muestra está comisariada por Carlos Villanueva y Juan García Cerrada; y se concibe como un recorrido cronológico, permitiendo al visitante observar, a lo largo de este, cómo evolucionan las alusiones a Picasso, desde las primeras más sutiles a las más explícitas.
En cuanto a los períodos, el primero arranca con el descubrimiento personal de Mingote de la obra de Picasso, que se traduce en un compromiso firme con su figura hasta la muerte del artista. Este vínculo se intensifica en momentos clave como 1971, cuando el dibujante recuerda públicamente el nonagésimo cumpleaños de Picasso; y es en esta parte del recorrido donde puede encontrarse ese primer dibujo, publicado en 1949 en la revista La Codorniz en un artículo ilustrado en donde Mingote utilizó el humor gráfico como crítica a la indiferencia hacia el legado de Picasso.
Por su parte, el segundo periodo se inicia tras la muerte del artista, en una época que también estuvo marcada por el fallecimiento de Franco y que abriría la puerta a la reivindicación de Picasso como una figura propia y esencial de su historia artística. En este contexto, el Mingote no sólo continúa defendiéndolo, sino que lo evoca con renovada libertad.
De lo sutil a lo explícito
Por último, la sección complementaria está dedicada a una selección de obras de Mingote en las que se aprecia de forma clara el sello de Picasso. Se trata de óleos realizados en su etapa más madura, en los que dialoga abiertamente con la herencia del genio madrileño.
