Refugios de animales y alertas meteorológicas, un problema sin resolver

Alcobendas

Las protectoras de animales en la Comunidad Valenciana vuelven a encender las alarmas ante la nueva declaración de alerta roja por lluvias. La situación recuerda inevitablemente a lo ocurrido hace un año, cuando la DANA de 2024 puso en riesgo la vida de cientos de perros y gatos en refugios ya desbordados.

La falta de protocolos oficiales y recursos específicos convierte cada episodio meteorológico extremo en una carrera contrarreloj. Los refugios dependen casi por completo de la solidaridad ciudadana para encontrar acogidas temporales, especialmente para animales de mayor tamaño o con necesidades especiales. Las redes sociales se llenan de llamamientos urgentes: desde Carcaixent hasta Cullera, se piden hogares de emergencia capaces de ofrecer cobijo durante al menos unos días.

El problema, sin embargo, va más allá de la tormenta puntual. La desprotección de los animales en situaciones de catástrofe se repite desde hace años, tanto en inundaciones como en incendios forestales. La falta de un plan estructurado los deja expuestos a un sufrimiento evitable, pese a que ya arrastran el trauma del abandono o el maltrato.

Mientras la respuesta de particulares sigue siendo valiosa pero insuficiente, las protectoras insisten en la necesidad de un marco de actuación estable que contemple la evacuación y cuidado de los animales como parte de la gestión de emergencias. Hasta entonces, cada episodio climático extremo seguirá convirtiéndose en una amenaza directa para cientos de vidas que dependen de un gesto solidario a contrarreloj.

Hablamos más sobre este asunto en nuestro espacio de Ecología de esta semana con Antonio Quilis, y con Rosa Más, bióloga de la Plataforma Defensa Animal.