"Dejaron al gato encerrado dos días, sin agua ni comida": Vecinos de Villalba relatan el desalojo de Trinidad 19

Collado Villalba

Los testimonios de cinco vecinos del bloque de la calle Trinidad 19 de Collado Villalba, desalojado el pasado 30 de septiembre, dibujan un panorama de vulnerabilidad y desamparo. Relatan que la notificación fue “en el momento, a las nueve de la mañana”, y que apenas pudieron sacar “cuatro trapos” antes de que las autoridades y operarios municipales procedieran al tapiado del inmueble. “Salimos con la ropa de la mañana, dejando dentro documentos, dinero, ropa, camas, neveras… nuestra vida entera”, resume una de las afectadas.

Desde entonces, afirman, duermen en coches, portales o en la calle. Entre ellos hay personas mayores, con discapacidad y una vecina que asegura haber visto interrumpido su proceso de operación médica al quedarse sin domicilio de referencia.

La situación de las mascotas ha sido otro punto de fricción. Varios vecinos recuerdan que algunos animales quedaron dentro de las viviendas. Una gata, según narran, permaneció encerrada sin agua ni comida durante dos días y aseguran que solo se permitió recuperarla tras la presión de la Asamblea de Vivienda. Otro vecino continúa buscando a su gato perdido.

Los afectados afirman que la SAREB, propietaria del inmueble, llegó a solicitarles documentación y nóminas con el supuesto objetivo de regularizar su situación, como ya ocurrió en desahucios previos con acuerdos de alquiler social. “En esta ocasión no ha habido ni negociación ni alternativa”, denuncian.

El Ayuntamiento sostiene en su nota oficial que el desalojo respondía a motivos de insalubridad e inseguridad y que el edificio se encontraba en riesgo para la salud y la seguridad. En palabras de la propia alcaldesa, una situación “incompatible con la vida”. La Asamblea de Vivienda, en cambio, denuncia que se trató de una actuación “sin previo aviso, sin realojo y con maltrato animal”, y anuncia que llevará el caso a los tribunales.

Los vecinos, por su parte, reclaman poder recuperar sus pertenencias y exigen una solución habitacional: “No pedimos nada más que una vivienda digna. No somos bichos ni salvajes. Solo queremos un techo donde vivir”.